El césped del estadio Alberto J. Armando lució imperfecto y con gran cantidad de arena en varios sectores producto de los trabajos que se están realizando para mejorar el drenaje, algo que incluso por momentos dificultó el traslado del balón y alguna queja de los futbolistas, en el empate 1 a 1 con Colón el domingo por la noche.
Sin embargo, Riquelme indicó que ya tenían "previsto" que eso podría pasar, pero jugaron en el mítico estadio de Brandsen 805 para que "la gente vea el trabajo" que hicieron durante el receso del fútbol, debido a los problemas que presentaba el campo de juego cada vez que llovía con intensidad.
"Ya teníamos claro que íbamos a tener que irnos de nuestra cancha. Queríamos que la gente vea el trabajo que hicimos, nuestra cancha se inundaba. Era lo que teníamos que hacer. A los jugadores les preguntamos y dijeron que querían jugar este primer partido en la Bombonera", enfatizó Román a ESPN.
El actual dirigente explicó que por ejemplo "(Jorge) Figal estaba muy ilusionado, y (Darío) Benedetto y Pol (Guillermo Fernández) querían volver a estar en su casa. Ojalá que contra Huracán el presidente de Vélez nos permita jugar ahí también. Estamos muy agradecidos".
Boca, que jugará este miércoles de visitante ante Aldosivi en Mar del Plata, hará de local los próximos dos partidos en el José Amalfitani frente a Rosario Central y Huracán, por la tercera y la quinta fecha, respectivamente.
Riquelme indicó que el equipo comandado por Sebastián Battaglia tendrá "unos 40 días para volver a jugar" como en su estadio, pero aclaró que lo que pasó ante Colón de Santa Fe, en el empate 1 a 1 "estaba todo planteado".
Al referirse al partido propiamente dicho del domingo, el ídolo de Boca explicó que a su criterio "el primer tiempo fue bueno, pero después sabíamos que nos podía pasar eso, la cancha no estaba de la mejor manera".
"Para nosotros era muy importante darle la bienvenida al plantel, y creíamos que era bueno que a Benedetto lo reciba la gente en la Bombonera. Soñábamos con ganar el partido con un gol de él, pero sabíamos que iba a ser duro, porque Colón juega siempre de la misma manera y nos termina empatando de un gol de pelota parada", sintetizó.
Sobre el plantel que pudo armar Boca para esta temporada, Riquelme señaló que tienen "un buen equipo", y volvió a mencionar el tema de la cancha que "no estaba en las mejores condiciones y seguramente que, si la cancha estaba bien, hubiésemos tenido más control del partido".
"Pero el campo te llevaba a tardar un poquito más. Y en eso, a Colón costaba agarrarlo mal parado. Tenemos ilusión de que lo vamos a hacer bien. Digo lo de inocente porque cuando la cancha no está bien tenés que sacar mañas. Buscar más faltas, cortar más", puntualizó.
"Somos un equipo muy sano. Cuando el arquero de Colón salió jugando y la pelota le quedó a Salvio, Toto fue a patear y Lértora, como corresponde, le tocó el pie de atrás... Yo ahí me doy vuelta y le pido amarilla al árbitro, y como ya estaba amonestado debían expulsarlo", opinó.
"Yo era tramposo para jugar, sabía quién estaba amonestado y quién no. Y Toto es más sano que el agua y siempre pensó que podía marcar el gol", enfatizó el ex número 10 xeneize.
¿Una bajada de línea al estilo "la guardia alta" de Marcelo Gallardo? Algo de eso hay en las declaraciones de Riquelme de cara a un torneo corto donde no hay tiempo para perder puntos.