La actriz intenta bajar el nivel de enfrentamiento. Se prepara para una obra infantil e hizo el casting para ser la mujer de olmedo. Critica con sus pares dice: “muchos creen que pueden decir cualquier cosa”.

Andrea Estévez no es una chica fácil. De carácter fuerte marcó territorio en cada conflicto que tuvo y nunca se dejó pasar por encima. Mujer de los medios, deja en claro que a pesar de vivir del espectáculo, ella no pone las manos en el fuego por nadie.

¿Cuánto tiempo es capaz de guardar un secreto?

-Si involucra a gente querida y tiene mucho peso, lo puedo guardar de por vida. Si se trata de algo superficial o vinculado con la farándula, por ahí, lo chusmeo.

¿Cómo se siente si advierte que guardó un secreto que lo sabe todo el mundo?

-No me siento ni boba, ni estafada, porque fui leal con lo que me pidieron. Si el resto lo sabe no es mi problema. Entiendo que quizá el secreto no tenía tanta importancia.

-¿En quién confía ciegamente?

-Del medio no confío ciegamente en nadie.

-¿No tiene amigos en el medio?

-Sí, pero no confío ciegamente en alguien.

-¿No pondría las manos en el fuego por ninguno de esos amigos?

-No.

-¿Es usted una mujer de decir todo lo que piensa?

-Y de pensar todo lo que digo. Soy muy pensante, pero no me guardo las cosas, las digo.

-¿Y cómo le va con eso?

-Bastante bien porque, muchas veces resolví situaciones a tiempo por decir lo que pensaba.

-En estas cuestiones, ¿la reflexión le gana al impulso?

-No siempre. Soy muy impulsiva y, en general, no busco las palabras adecuadas para decirlo.

-Cuando comete un error en sus juicios, ¿pide perdón?

-Siempre.

-¿De inmediato?

-Tengo un mecanismo.

-¿En qué consiste?

-Pienso algo, lo proceso y la maduración de mi pensamiento hace que todo salga de mejor manera. Si dijera las cosas de inmediato, la cuestión sería diferente, porque al apresurarme, no expresaría las cosas de la mejor manera.

Si se trata de algo que la molesta demasiado, ¿cómo actúa?

-Digo las cosas tal como las siento. Sin filtro.

Ante los conflictos, ¿es diplomática o arremetedora?

-En general, voy al frente.

¿Qué le generan las situaciones conflictivas?

-Malestar y angustia. En general, me cuesta dormir. Las situaciones conflictivas no me agradan.

En algún momento usted se enfrentó a varias colegas en el medio ¿Ya no combate las reglas del juego?

-No, las estoy empezando a aceptar. El punto es que yo no soy puedo tomarme esas cosas como parte del show, porque no soy así. Yo me voy a mi casa llorando. Estoy mal durante días. Soy muy transparente. Cuando estoy mal no lo puedo disimular.

Un dicho sentencia: "No aclares que oscurece", ¿para usted es así?

-A veces, sí. Durante este verano, según la prensa, tuve no menos de cinco romances y te aseguro que desde que comenzó el 2013 estoy sola.

¿Ni siquiera un romance perdido?

-Nada. Estoy sola. Durante el verano dormí todas las noches en la casa de mis viejos.

¿Usted podría asegurar que hay hombres que dicen haber salido con usted tan solo para tener más prensa?

-No lo dudes. Eso sirve como movida de prensa. Alguien dice que salió conmigo, después me vienen a buscar para preguntarme si es cierto, yo lo desmiento, me insisten, me dicen: "Dale, si yo te vi", lo niego, pero una cosa trae a la otra y te cansas. Ahora opto porque digan lo que quieran, total yo sé que no es cierto.

"Me cuesta entrenar, agradezco tener buena genEtica"

¿Cuál fue su mejor portazo?

-Seguramente habrá sido el que día luego de alguna discusión que tuve con mi mamá cuando era adolescente pero, a las tres horas volví.

¿Cómo definiría la era que nos toca vivir?

-Considero que es una muy buena era, con una muy buena juventud, pero se podría aprovechar mucho mejor si existiera una mejor educación.

¿Qué es la televisión?

-Es la ventana que permite ver otra cosa que no sea la propia vida, es lo que posibilita evadirnos de los problemas, es un entretenimiento.

De sus amigas, ¿qué es lo que más valora?

-Que son auténticamente de fierro. En estos veinte años de amistad ellas siempre han estado a mi lado.

¿Cuál es su asignatura pendiente?

-Es no haber llegado a ser primera bailarina del American Ballet, pero hoy no lo siento como un peso porque estoy disfrutando de lo que tengo.

¿Qué hace para estar en línea?

-Nada. Cuento con el privilegio de una buena genética y de haber sido bailarina clásica, hace años que no entreno y me cuesta hacer dietas.

¿Qué la hace feliz?

-No desaprovechar esos pequeños instantes de dicha, porque nunca sabés cuándo es el último día de tu vida.

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