
Los años no le pasan a Araceli González. De exquisita belleza, elegancia y sensualidad en cada uno de sus vestuarios y poses, también le da permiso a la mujer que responde a todo sin cambiar el tono de su voz o la calidez. Así, con la dulzura y firmeza que le dio la vida, la actriz se presta a la charla con motivo de su regreso a la pantalla chica.
"No sé si me siento tan identificada con el personaje que estoy empezando a encarar. Ella es un poco alcohólica y yo no te tomo ni siquiera una copita de vino. Pero es un gran personaje que muestra que a veces, las frustraciones de la vida, hacen que empieces a tener adicciones para poder llevarla adelante. Ella tiene un conflicto interno por una vida donde no hizo lo que realmente le gustaba. Cuando su hija se va a estudiar afuera se siente sola y con muchas cosas por resolver y encima le suma el problema con el alcohol y su pareja", resume la actriz sobre el personaje que estrenará mañana en Guapas, por la noche, en Canal 13.
-¿Cómo estás viviendo el regreso a las grabaciones?
-Este proyecto lo había leído hacía dos años pero en su momento no se hizo. Por suerte, ahora se está concretando. Por otro lado, no es que me costó porque no quería volver a Pol-ka si no porque tenía un contrato firmado por dos años más con Fox. Además, me había desacostumbrado a estar todos los días grabando. Estoy en plena adaptación, como en jardín. Me cuesta muchísimo levantarme temprano, venir por Panamericana, escucho en la radio a mi amiga Catherine Fulop. Es fuerte pero la voy bien. Llevo mi matero, estoy en mi camarín, me pongo música. Me gusta trabajar en equipo. Me parece que es menos el peso que lleva cada una, que se labura mucho más relajado. También, uno aprende del otro. El humor con el que llega cada una de nosotras al set de grabación es hormonal.
-¿Fabián no te dijo nada de que justo vuelvas a Pol-ka? El director es tu ex marido, Adrián Suar...
-No, nada. Yo tengo muy claro todo. Esto es trabajo. Era una buena posibilidad. Estamos muy tranquilos. No hay nada que impida que lo pueda hacer, eso es fantástico.
-En Farsantes también eran cinco actores y la convivencia no fue la mejor, ¿le tenés miedo a ese fantasma?
-Por suerte, nosotras cinco somos diferentes entre sí. La inteligencia estará en aprender de nuestras diferencias. También, hay que tener un poco de cintura porque no todos estamos bien todos los días. Es fundamental que nos comprendamos y que nos llevemos bien. Si no, todo se va a la mierda y esa no es la idea. Todavía no sabemos como nos vamos a llevar porque recién estamos iniciándonos en una relación de trabajo. A veces, terminas comiendo los domingos. Y, en otros casos, no y te saludas en eventos.
-¿En qué te sentís guapa?
-Que me digan guapa es uno de los piropos mas sexies que puedo escuchar. Me encanta porque encierra a la totalidad de la mujer, con todos sus ingredientes. Me siento guapa en los logros tanto afectivos como profesionales. Me podría identificar con Mercedes Moran pero no porque todavía no tengo una nieta aunque me encantaría. Florencia, mi hija, cada vez se aleja más de la maternidad, no quiere. Mis hombres me hacen sentir guapa porque me cuidan, saben de mis valores y cosas. También, en que una es siempre una luchadora en la vida y hace un montón de cosas. Y, por otro lado, cuando enfrento mis miedos y los resuelvo. Ese es el momento en que más me siento guapa de todo lo que mencione.
-¿Cómo va la vida de recién casada con Fabián Mazzei?
-¡Voy espléndida en la vida! Por suerte, está divino, amoroso. Fabián me re banca porque me tengo que levantar a horarios que no estaba acostumbrada. Me hace hasta el desayuno con tal de que llegue temprano. ¡Me re banca! Esta bueno casarse por tercera vez.