Brasil hizo historia al conquistar su primer Oscar con el drama sobre la dictadura "Aún estoy aquí", elegida como mejor película internacional.
Demoró, pero llegó. Pasaron 80 años desde la primera nominación a una película brasileña en los premios de la Academia de Hollywood, y al fin llegó la preciada estatuilla con 'Ainda estou aqui' (Aún estoy aquí).
Y el primer Oscar brasileño llegó en pleno carnaval, su gran fiesta popular. Y no cuesta imaginarnos el festejo, cuando cerca de la medianoche de este lunes, Penélope Cruz pronunció "I'm still here, Brazil".
El reconocimiento más importante de la historia del cine de Brasil fue para el crudo largometraje de Walter Salles, que está basado en la historia real de una madre que tiene que sacar adelante a su familia sola, tras la desaparición de su marido a manos de la dictadura militar (1964-1985).
La cinta retrata la desaparición del exdiputado Rubens Paiva (Selton Mello), en 1971, y la resistencia de su viuda, Eunice Paiva.
Se impuso en la categoría "Mejor película internacional" por sobre el controvertido musical "Emilia Pérez", que había llagado a la gala con 13 nominaciones y se fue de la cita con apenas dos estatuillas, tras críticas y polémicas.
"En nombre del cine brasileño, estoy tan honrado de recibir esto en este grupo de tan extraordinarios cineastas", dijo Salles al agarrar su estatuilla. "Es algo extraordinario".
Y la alegría pudo haber si mayor. Porque la protagonista de "Aún estoy aquí", Fernanda Torres, también estuvo nominada en la categoría "Mejor actriz", pero este premio terminó en manos de Mikey Madison, la protagonista de “Anora”, ganadora del Oscar a la mejor película del año.