Más linda y plantada que nunca, Catherine Fulop (51) atraviesa una de las etapas más importantes de su vida. Después de años de trabajo y trabajo, la mamá de Oriana y Tiziana decidió darle un vuelco a su vida. En el encuentro promocional de una marca experta en incontinencia femenina, la esposa de Ova Sabattini sorprendió con que será su vida de ahora en más, alejada de las grandes vorágines diarias, y dedicada al disfrute familiar y realización de sueños personales.
-Soy una persona que no me cuesta levantarme. Si, puedo ser en algunos momentos escandalosa y enojarme por algo pero al segundo se me quita y hasta se me olvida. ¡No soy rencorosa! No tengo ningún tipo de traumas, ando por la vida muy libre.
l ¿Y cómo corrés de tu vida a la gente que considerás que no te hace bien?-¡La corro, simplemente! Otra cosa que te dan los años es que cada vez tenés más fácil el no, el no querer estar con determinada persona y no estar, el no ir a determinado lugar. Una está más plantada. Un día me gustaría escribir un libro, tengo una vida muy rica para contar
l Hacemos un racconto, ¿dale?-Vengo de una familia muy humilde, el viajar, el estar en otro país, el que se crea que tengo una vida sin miedos, todo lo que viví alejada de mis afectos, crearme otra familia, ser una hija adoptada. Soy adoptada por la Argentina y me siento amada pero también los hermanos que algún día te dicen ándate a tu país, qué hacés acá". No todos compartimos las mismas ideas y somos iguales.
l Contaste que te querés alejar de las exigencias profesionales para dedicarte a disfrutar de la vida. ¿Charlaste mucho con Ova (Sabattini) el cambio de vida que querés hacer?
-Ova lo sabe porque todo el tiempo se lo estoy diciendo. No quiero ser una persona grande, con las rodillas que no me den para poder hacer un montón de cosas que quiero con él. Vamos a viajar por cualquier lado, visitar a la familia de mi padre en Hungría, en Italia, buscar mis raíces. La vida no es todo trabajo, trabajo y trabajo. La vida es familia, amigos, el mundo, el conocer, ayudar. A veces, quiero ayudar a fundaciones pero estoy tan cansada de toda la semana que me levanto a las cuatro de la mañana porque me encanta hacer radio pero después tengo mis quehaceres de mi casa, y termino agotada.
l ¿Vas a dejar todas tus actividades?-Quiero restar cosas de compromiso, hacer cada vez menos. No pretendo estar toda mi vida trabajando. Admiro a las divas de la Argentina como una Susana (Giménez), Mirtha (Legrand), pero no tengo el carácter, que a lo mejor para ellas ese es su boludeo -en el sentido de lo que les gusta hacer, más allá de que sea un trabajo), como lo llamo yo.
l ¿Y qué querés hacer a partir de ahora?-Ir a almorzar, ir a cenar, a los teatros, yo no quiero eso. Quiero viajar por el mundo, por el país, fotografiar, irme a visitar a los indios, ayudar, acompañar a mi hija (Oriana) en su carrera, asistir a mis nietos, sentarme a tomar el té con amigas sin tener que salir corriendo al centro de estética, al mercado. Me hice mi lista de boludeo. Por ejemplo, quiero conocer a los gorilas y poder fotografiarlos, eso puede ser lo máximo. No sé por qué razón y motivo pero cambiaron mis prioridades. Agradezco que algo me iluminó, dijo basta de ansiedades, de querer estar en el tapete, en la cresta de la ola todo el tiempo. Yo estoy en mi cresta de mi ola... ¡y me encanta! Quiero para mi vida algo suave. Y que si algo me salpica sea como nieve, lindo, suave. ¡Me cansé de ir detrás de la zanahoria! Corrí muchos años detrás de ella y me la re comí.
l Eso es cierto, hiciste miles de trabajos a lo largo de los años...
comentar