De La Gran Piñata: "El disco trae nuevas energías y nuevos sueños"

El Principio de Todo no es un nombre creado como producto del azar ya que responde al presente de este grupo que nunca se queda quieto e incursiona en sonidos distintos a los que nos tiene acostumbrados. Darío Pantera Giuliano, Lucas Martínez, Nico Persig y Alejandro Zenobi están contentos por la repercusión que cosecha el material y ahora esperan ansiosos a su lanzamiento oficial.

POPULAR mantuvo un diálogo interesante con su cantante, Pantera, quien habló sobre el material, el show, sus gustos musicales y sobre el público.

POPULAR: - ¿Cómo fue la experiencia de grabar un nuevo disco?

PANTERA GIULIANO: - Venimos de experimentar, en el disco anterior, el hecho de grabar los cuatro juntos en simultáneo dentro del estudio, lo que nos dio un montón de experiencia en cuanto a la conexión entre los músicos, pero, esta vez, creíamos que hacía falta llevar el sonido un poquito más allá y la única manera de hacerlo era realizar la grabación y luego agregarle capas.

POPULAR: - ¿En cuánto tiempo lo hicieron?

PG: - No podría decir bien cuánto tiempo llevó porque no hubo un orden establecido. No dijimos "vamos a grabar esto y luego lo otro y en dos semanas lo terminamos". Si, fueron doce días de grabación en el estudio de las guitarras y las baterías en tres. El disco lo estamos haciendo desde hace un año. Meses previos a la grabación, pasamos tres meses, todos los días, ocho horas, dentro de la sala ensayándolo a full.

P: -¿Cuál es el resultado que les dejó la grabación de este disco? ¿Superó las expectativas?

PG: - Estamos re contentos, superamos las expectativas. Teníamos ideas que escucharlas ahí reflejadas en el disco nos alegraron un montón.

P: -¿Cómo manejan la ansiedad de sacar un disco y luego esperar un par de meses para lanzarlo oficialmente?

PG: -Es tremenda la ansiedad, pero creemos que la gente debe tener acceso a las canciones antes de la presentación oficial. Nos gusta eso de sacar el disco, darle tiempo, que esté girando, que la gente elija su favorita, sepa las letras y luego hacer la presentación como corresponde. Mientras tanto, a nosotros, nos da tiempo de preparar el espectáculo en sí y también de adaptarnos a las canciones.

P: - ¿Por qué El Principio de todo?

PG: - Es un hermoso nombre que representa el momento de la banda y creemos que nosotros lo podemos representar muy bien. El Principio de Todo representa la pregunta más primordial de todo ser humano: "De dónde viene todo". Es la pregunta que nos hacemos todos los días y, como te dije antes, nos encontramos en un momento de la banda que, si bien tiene catorce años de trayectoria y varios discos grabados, creemos que siempre es un buen momento para volver a empezar. La tapa representa las variantes de El Principio de Todo, ya que hay un corazón, un angelito, y un diablo. La introducción del disco se llama Arché, que es donde comienza la vida, dónde comienza el universo.

P: - ¿El disco es un nuevo comienzo?

PG: -Revitalizamos las energías, creo que nos volvimos a encontrar con la música, que va sufriendo, como todo, un desgaste natural con los años, como una relación, como cualquier otro tipo de relación . El disco viene a traer nuevas energías y nuevos sueños.

P: ¿Son de ensayar mucho?

PG: - En estas ocasiones sí, después nos gusta que fluya la energía arriba del escenario. Si bien nos juntamos mucho, zapamos mucho dentro del estudio, no somos mucho de tocar las canciones, sino que por ahí nos ponemos a desarmarlas y las volvemos a armar. Eso nos da una práctica que no se consigue tocando el tema una y otra vez igual o por repetición. Lo mismo sucede como cuando estudiás historia en el colegio. Podés hacerlo, pero si se te va una palabra, no volvés más. Creemos que la mejor forma de ensayar es entender las canciones

P: -¿Es más introspectivo que Viaje al Centro de uno mismo?

PG: - Yo creo que me gusta pensar que "El Principio de Todo" es la evolución de la banda, no sé si es más o menos introspectivo que "Viaja al Centro de uno mismo". Somos así nosotros, nos gusta esto del bunker personal, de preguntarnos y respondernos nosotros mismos. En nosotros mismos está la base de la resolución de cualquier conflicto. Este disco tiene bastante de eso, creo que la historia de la banda lo tiene.

P: - ¿Por qué considerás que cantar y soñar son actos de rebeldía? ¿Son herramientas necesarias para escapar de la realidad?.

PG: -El arte es encontrarse con la realidad que no pasan en los noticieros. Justamente, en estos días, se está hablando de que el arte callejero no es delito. El arte callejero quizás es la única forma que tienen los artistas para expresarse, para contar su realidad, su entorno, y la es la única forma que yo tengo de enterarme de las cosas que pasan en los barrios. La única manera que yo tenía de enterarme de cómo se vive en Lugano era a través de la música de Pity Álvarez. Un amigo, una vuelta, me hizo un comentario sobre la canción “Solo le pido a Dios” que habían hecho los Pibes Chorros y me contó que esa interpretación decía mucho más por este grupo que por el propio León Gieco. El arte no es una manera de evadir la realidad, sino de encontrar realidades que nosotros desconocemos, que para otra gente es lo cotidiano. En estos tiempos, con la poca energía que uno tiene, quizás cuesta ponerla en cuestiones tan abstractas como el arte. Quizás sea un poco paranoico, pero creo que existe un plan macabro, de ciertos poderes, de quitarte energía. Estos quieren que vos vayas al supermercado y, luego, a tú casa a descansar, y que al otro día vuelvas a apretar el mismo botón y que tu vida pase simplemente contribuyendo a una maquinaria que no te lleva a vos, personalmente, a ningún lado. Ninguno sale mejor de una situación así, en cambio, el arte nos hace mejores todo el tiempo. Por eso, creemos que hay que rebelarse, que agarrar una guitarra con amigos, intercambiar canciones, escribir poesía, o, incluso, mirarnos a los ojos es un acto de rebeldía.

P: ¿Sos de leer mucho?

PG: - No soy un buen lector, me distraigo fácilmente y eso complica un poco las cosas, me frustra muchísimo. En otra época me podía concentrar más en lo que estaba leyendo, incluso, retomar al otro día sin tener que volver 20 hojas para atrás. Con lo que me cuesta hoy, me aboco a leer libros que me han recomendado mucho. Por ejemplo,volví a leer El Ocaso de los Dioses de Nietzsche. Ahora estoy leyendo la biografía de Roger Waters de Sergio Marchi, muy interesante lo que cuenta de la vida del tipo, Cortázar también me gusta muchísimo.

P: ¿Qué libro de Cortázar?

PG: - Rayuela

P: - Es un artista que puede trasladarte de París a Buenos Aires con la diferencia de un renglón…

PG: -Cortázar viaja de un lado a otro, como si fuera de un barrio a otro. Es como si se tomara un colectivo y mezclara realidades absolutamente distintas. En lo mundano, es muchísimo más difícil conectar París con Buenos Aires y, de golpe, el arte, o la poesía, o un cuento puede lograrlo mientras vos lo estás leyendo.

P: ¿Y sos de escuchar mucha música?

PG: - Dependiendo de la época. Durante este año, he evitado escuchar música, justamente, para concentrarme en la mía. Creo que con siete notas musicales, es muy difícil no repetir. Si uno se aboca a escuchar mucha música en el momento de la creación de un disco, creo que artísticamente es muy propenso a influenciarse inconscientemente. Ahora sacado el álbum, volví a escuchar discos que tenía guardados, como Librepensador de Tabaré Cardozo.

P: -¿Por qué siempre la temática de “la soledad” está muy presente en las canciones?

PG: - Es un poco sombría la forma de verlo, pero creo que todos estamos solos. Todos podemos compartir soledades y acompañarnos en esas soledades, pero llega un momento en el día en el que estamos solos y, esas preguntas, esas charlas, que tenemos nosotros mismos, se empiezan a tamizar. Es ahí donde quedan las verdaderas respuestas, las que uno se da. Te pueden decir diez cosas distintas los amigos, pero, en esa soledad, es donde uno es realmente quién es, dónde uno se encuentra cara a cara con quién es, con sus miedos y con esas cosas, que, quizás, inconsciente o más conscientemente, trata de disfrazar en público. La soledad me parece un tema interesante para tocar, tiene mucha tela para cortar.

P: -¿ Disfrutás mucho la idea de tocar con amigos?

PG: -Cualquier cosa que uno aprenda con amor y con pasión, hecha con amigos, es muchísimo mejor, es muchísimo mejor hacerlo con gente con la que uno puede abrir el corazón y decir cualquier cosa que sienta. La música es la columna vertebral de mi vida, la que me ha conectado con la familia que hoy tengo, la que me ha rodeado de los amigos que hoy tengo, la que ha logrado conectarme desde otro lugar con mi vieja. Yo con ella tengo una relación hermosa, pero a través de la música, la relación se ha profundizado intensamente.

P: - En el álbum le agradecen a las personas que ya no están, además los recuerdan en la canción Buen Viaje ¿Quiénes son?

PG: - Cada uno tiene a alguien que ha pasado por nuestras vidas y ha dejado huellas. Esas son las verdaderas ausencias, las que ocupan todo el espacio, las que faltan en todos lados. Se han ido amigos, se ha ido familia, se han ido compañeros de la vida y para ellos es Buen Viaje.

P: -¿ Qué lugares geográficos recorren en el disco?

PG: - La actualidad de la banda que gira entorno a la Paternal, que es donde más o menos vivimos todos, un poco el barrio donde me crié en Berazategui y los lugares que me han marcado a mí o a cualquiera de los chicos, dependiendo de quién haya escrito el pedazo de canción. Por ejemplo, se menciona a Junín en una de las canciones. Este es un lugar donde nos hemos sentido muy cómodos. La letra habla más de un estado mental y es un ejemplo de lo genera en cada uno de nosotros y lo importante que fue para nosotros.

P: - ¿Cómo reciben esa energía que transmite el público de De La Gran Piñata? ¿Sienten que es un público responsable?

PG: - Es un público pasional. La verdad es que transmite, en su mayoría, muchísimo amor y respeto. Eso se recibe de la mejor manera y tratamos de devolverlo. No todos se portan bien, siempre puede haber un desubicado, pero, en su mayoría, es un público ubicado, respetuoso y que entiende lo importante que es la convivencia.

P: -A propósito de eso, una vez me acuerdo que paraste una pelea entre dos fans en Auditorio Oeste, este año, y parecía que ibas a bajar del escenario ¿Qué sentís en ese tipo casos?

P: -Como cualquier humano, el primer impulso es el de calentarse a tal punto de llegar a decir: “Loco, te estás cagando en el laburo de todos”. A ellos parece que no les importa que los otros fans hagan un gran esfuerzo para pagar la entrada, y tampoco les interesa el laburo de la misma Piñata, que desde el mediodía está revisando cada columna para comprobar que no haya algún filo donde alguno se pueda lastimar. Por eso, la primera reacción es de la calentura, luego nos apaciguamos un poco y volvemos a transmitir el mensaje de respeto, de amor y de entendimiento.

P: ¿Cómo eras vos cuando ibas a los recitales de joven?

PG: -Previo al 2004, era igual de inconsciente que todos los que fuimos a ver algún espectáculo. Yo tenía una inconsciencia sana, nunca rodeada de maldad, aunque festejaba las bengalas cuando iba a los recitales de La Renga como cualquier otro inconsciente en ese momento. De todas maneras mi introspección viene de larga data, y quizás era más de quedarme en el fondo, aunque, para cierto tema, me acercaba hasta la valla, saltaba un poco y luego volvía para atrás.