
En este informe destacamos cinco musicales icónicos que no solo dominaron Broadway, sino que también se convirtieron en éxitos de taquilla y crítica en sus adaptaciones cinematográficas.
El musical de Broadway y el cine han mantenido una relación simbiótica a lo largo de la historia, con el séptimo arte ofreciendo una plataforma para amplificar el impacto visual y sonoro de las producciones teatrales. La adaptación exitosa de un musical requiere más que filmar la obra; exige una reinvención visual que aproveche la escala cinematográfica, manteniendo la esencia emocional y la espectacularidad de las coreografías y canciones originales.
A lo largo de las décadas, numerosas historias que nacieron bajo los focos de Nueva York han encontrado una nueva vida como blockbusters de Hollywood, introduciendo sus melodías y personajes a una audiencia global. Los casos más exitosos logran un equilibrio perfecto entre el drama teatral y el dinamismo visual.
A continuación, destacamos cinco musicales icónicos que no solo dominaron Broadway, sino que también se convirtieron en éxitos de taquilla y crítica en sus adaptaciones cinematográficas, demostrando el poder duradero de la música y la narración visual. Vaselina (1978): La nostalgia de la década del 50
El musical Grease, que debutó en Broadway en 1971, alcanzó la inmortalidad cultural con su vibrante y nostálgica adaptación cinematográfica Vaselina de 1978. La película se consolidó como un fenómeno global gracias a la carismática dupla protagonista conformada por John Travolta (como el rebelde líder de los T-Birds, Danny Zuko) y Olivia Newton-John (como la dulce y recién llegada Sandy Olsson). Ambientada en la década de 1950, la trama sigue el romance de verano entre ambos, que se complica al reencontrarse inesperadamente en el instituto Rydell High, donde las presiones sociales y el conflicto entre sus mundos (los T-Birds y las Pink Ladies) ponen a prueba su amor. La película es una colorida y enérgica celebración de la música rock and roll y la moda juvenil de la época.
La clave de su perdurabilidad reside en la energía contagiosa de sus coreografías y en un repertorio de canciones pegadizas y memorables, como "Summer nights" y el explosivo "You're the one that i". La cinta se convirtió en el musical de cine más taquillero de su tiempo, asegurando su estatus como un clásico atemporal que encapsula la inocencia y la rebeldía adolescente.
El musical Chicago, una obra estrenada en Broadway en 1975, tuvo una aclamada adaptación cinematográfica en 2002 que se convirtió en un triunfo de crítica y taquilla, logrando incluso el Óscar a Mejor Película. La historia es una sátira mordaz y sofisticada sobre la corrupción del sistema de justicia, la manipulación mediática y la sed insaciable de fama en la década de 1920 de Chicago.
La trama sigue a Roxie Hart (Renée Zellweger), una aspirante a estrella que asesina a su amante y, en prisión, conoce a la vedette Velma Kelly (Catherine Zeta-Jones). Ambas compiten por la atención de la prensa y por los servicios de Billy Flynn (Richard Gere), un astuto abogado que transforma a sus clientas en celebridades para ganar sus casos. El filme utiliza los crímenes para comentar cómo el espectáculo puede nublar la verdad.
El director Rob Marshall innovó visualmente al presentar la mayoría de los números musicales como fantasías de la protagonista, Roxie, sucediendo en el escenario de un club nocturno en su mente, contrastando con la lúgubre realidad de la prisión. El estilo neo-noir, el vestuario impecable y las electrizantes coreografías de Fosse (creador original del musical) aseguraron su éxito y su estatus como un musical moderno y audaz.
Hairspray, originalmente una película de culto de John Waters (1988) que se transformó en un éxito de Broadway en 2002, encontró su apogeo en la pantalla grande con la adaptación de 2007, conocida en Hispanoamérica como Hairspray: Suéltate el pelo. La película, protagonizada por un elenco estelar que incluía a Nikki Blonsky, Zac Efron y John Travolta, fue un éxito de taquilla que llevó el mensaje del musical a una nueva generación.
Ambientada en Baltimore, en el efervescente año de 1962, la trama sigue a Tracy Turnblad, una adolescente con gran corazón y un peso corporal que desafía los estándares de belleza de la época, cuyo único sueño es bailar en The Corny Collins show, un popular programa de televisión local. Sin embargo, su objetivo pronto evoluciona hacia una causa social mayor: luchar por la inclusión y la integración racial en el show, que mantenía una estricta segregación.
El musical es una celebración vibrante del baile, la moda y el optimismo pop. A través de canciones pegadizas y un vestuario espectacular, la película aborda temas serios como la segregación y la discriminación corporal de una manera optimista, enérgica y familiar. Su habilidad para combinar el entretenimiento puro con un potente mensaje social aseguró su resonancia y su lugar como un blockbuster musical moderno.
La adaptación de la monumental obra literaria de Victor Hugo, que se convirtió en un musical épico de Broadway en 1987, se materializó en el cine en 2012 bajo la dirección de Tom Hooper. La película, protagonizada por un elenco de alto perfil que incluía a Hugh Jackman, Russell Crowe y Anne Hathaway, fue un éxito masivo y fue aclamada por su magnitud y su intensidad dramática.
La trama narra la historia del exconvicto Jean Valjean en la Francia del siglo XIX, quien rompe su libertad condicional en busca de una vida de redención, siendo implacablemente perseguido por el inspector Javert. La narrativa abarca décadas, cubriendo temas profundos como la justicia, la moralidad, el sacrificio y la revolución.
Lo que hizo singular y poderosa a esta versión cinematográfica fue la decisión de los actores de cantar completamente en vivo en el set de rodaje, en lugar de utilizar playback pregrabado.
Esta técnica inyectó una crudeza, vulnerabilidad y emoción palpables a las interpretaciones (especialmente en la premiada actuación de Anne Hathaway), permitiendo que el drama épico trascendiera las convenciones tradicionales del género musical.
Cabaret, que debutó en Broadway en 1966, es considerada una de las adaptaciones de musicales más audaces, aclamadas y trascendentes de la historia del cine. Dirigida por el visionario Bob Fosse y protagonizada por la icónica Liza Minnelli, la película de 1972 revolucionó el género al inyectarle una oscuridad, una complejidad psicológica y una seriedad política ausentes en muchas producciones musicales anteriores.
La película está ambientada en el decadente y hedonista Kit Kat Club en el Berlín de 1931, en los años previos al ascenso del nazismo. La trama sigue a la artista Sally Bowles (Minnelli) y su relación con un joven británico, utilizando el espectáculo del cabaret como un espejo y una metáfora de la creciente amenaza totalitaria que acechaba a Alemania.
El filme se distingue por su enfoque visual, donde los números musicales están inteligentemente confinados al escenario del club, contrastando la frivolidad, el hedonismo y la ceguera de sus personajes con la sombría y brutal realidad política que se desarrollaba en el exterior. Su audacia temática y el estilo visual distintivo de Fosse le valieron ocho premios Óscar, consolidándola como una obra maestra de la crítica social disfrazada de musical.