Para Diego Gentile éste no fue un año más en su carrera artística. Se convirtió en el año de su gran popularidad a partir de su actuación en la película Relatos Salvajes, el éxito de taquilla de la cartelera nacional con más de tres millones de espectadores, la televisión lo lanzó a la fama con Señores Papis y con la obra de teatro Toc Toc cumple 1500 funciones y es el único que queda del elenco original que arrancó cinco años atrás.
Gentile está tan eufórico con su presente que en tono de broma dijo: "Sólo me falta hacer un programa infantil y la hago completa". A modo de festejo, cuando terminen las grabaciones en esta semana parte de unas merecidas vacaciones a Nueva York y a la vuelta el 7 de enero retoma con las funciones con Toc Toc y espera muy expectante que la academia de Hollywood comunique los finalistas para el premio Mejor Película Extranjera el 9 de enero próximo.
Relatos Salvajes fue votada por la Academia Nacional de Cine para competir por los Oscar. "La película tiene los condimentos para una bomba. En el festival de Cannes se robó todos los aplausos. Pero, hay que esperar".
Gentile junto a Erica Rivas interpretan la sexta y última historia de la película de Damián Szifrón. El casamiento judío que termina con los novios en medio de la fiesta con una guerra campal cuando la novia descubre que su pareja la engaña con una chica del trabajo de él.
Es la única historia de las seis que cuenta la intimidad de una pareja; el resto habla de experiencias fuera del ámbito estrictamente familiar. "Con Erica protagonizamos una historia más bizarra y que aún sea una boda judía le pone más picante porque la mujer no se calla nada y lo expresa con toda su odio y pasión. En los espectadores esta historia despierta cierto escozor. Lo que a mí me gusta de esta historia de amor es que en algún momento se corren de su lugar y se ponen en el lugar del otro y deciden reencontrarse", afirma el actor.
Es más, Gentile cuenta una intimidad del film de cómo se ordenaron las historias: "Originalmente la historia del casamiento judío estaba pautada para la mitad del film. Iba a terminar con la historia de 'Bombita' (protagonizada por Ricardo Darín, cuyo personaje se enfurece cuando la grúa le lleva el auto por segunda vez). La historia cerraba como las otras cuatro con algo de patético. En cambio, la nuestra tenía un final nuevo y feliz y por esta razón Szifrón la colocó al final".
El actor se anima a una comparación de tono religioso. "En este micromundo de la pareja no todo es previsible. Yo la entiendo como una Lluvia de Ranas de Magnolia, donde los personajes no pueden ir más lejos porque tocaron fondo". El ser humano, figura impredecible, puede resurgir del gran caos como en el libro Exodo de la Biblia.
En televisión se lo conoce a través de su papel de Benicio, el amigo de la infancia de Franco, personaje que interpreta Luciano Cáceres, que se caracteriza por ser un gay asumido y orgulloso de su condición. En teatro se pone en la piel de una persona que padece el trastorno obsesivo compulsivo y su manía es no pisar la marcas de los pisos.
"No son personajes que te olvida's. En la calle me gritan por la película: '¡Te casate con la loca! ó ¡Me invitás a tu casamiento!' Por Señores Papis jamás ni un chico ni un adulto me dijo algo sobre la elección sexual del personaje. Me gritan. 'Ojalá te enamores! ¡Qué buen tío que sos!'. En cuanto al teatro, me ha pasado de personas que se acercó para decirme: 'No pises la rayita del suelo!"'.
El gran impacto, igualmente, lo tiene por el lado de la película que se convirtió en un tema de debate nacional por estado de furia social. "Para mí Relatos Salvajes es una película de muchos géneros y cada uno de ellos la risa y la emoción está tan presente como la historia misma. Szifrón tiene una cabeza muy grande, no necesita que le digan nada".
Para Gentile, Sizfrón "tiene una mirada inteligente y sensible sobre lo que quiere contar. Por eso, yo digo que él es un gran manipulador como cineasta porque, sobre todo, con Relatos Salvajes te pasea por todas las emociones posibles. Las historias tienen una gran idiosincrasia, universal y de fácil empatía".
En diciembre la Academia de Hollywood hace la primera selección de los films que competirán y el 9 de enero se hace el anuncio de las cinco ternadas: "Yo ya tengo puesta la camiseta argentina. No sólo en fútbol hay que ponérsela sino en una obra cinematográfica".
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