El actor argentino Guillermo Murray, radicado en México desde la década de 1960, donde deslumbró con sus papeles de galán luego de ser gran figura durante la época de oro del cine nacional, falleció este jueves a los 93 años, víctima de un choque séptico.
Guillermo Murray Muttis había nacido en Colón, provincia de Buenos Aires, el 15 de junio de 1927 y antes de ser estrella de cine y televisión, participó en numerosas fotonovelas, un género muy en boga en la primera mitad del siglo XX y que contaba una historia como si fuera una historieta, pero con fotografías, escenografías y actores reales.
Debutó en el cine en Somos todos inquilinos (1954), dirigida a cuatro manos por Enrique Carreras y Juan Carlos Thorry, y en la pantalla local llegó a actuar en Horas marcadas, del mismo año, dirigida por Alberto Dubois; El protegido (1956), de Leopoldo Torre Nilsson; e India (1960), de Armando Bo, entre otras.
Productores mexicanos descubrieron su capacidad actoral en una edición del Festival de Cannes y le propusieron un contrato para filmar en su país; su debut fue en El mundo de los vampiros (1961), de Alfonso Corona Blake, y su éxito fue lo que determinó su radicación definitiva en México.
Allí se destacó en la televisión con telenovelas como La mujer dorada, María Guadalupe, La leona, Sor Juana Inés de la Cruz, Las momias de Guanajuato, Janina, Encadenada y, en sus últimos años, El amor no es como lo pintan, Olvidarte jamás y La hija del mariachi, emitida entre 2006 y 2007, su último trabajo.
Se conoce que el primer actor padecía demencia senil desde 2007 y pasaba por un complicado estado de salud.
Esa dolencia lo obligó a retirarse de sus asuntos artísticos, no concedía entrevistas periodísticas y evitaba todo contacto con el público que lo había idolatrado.