Corría el 2006, Jorge Rial se encontraba comiendo en una parrilla en la previa a una nueva emisión de Intrusos. En ese momento, un compañero se acerca al conductor y le informa que una chica estaba buscando un escándalo para “hacerse famosa”. “Yo, rápidamente, dije: ‘Bajo ningún punta de vista'”, rememoró con cierto sarcasmo el periodista.
“Fabio Cuggini me llama y me dice: ‘Estoy en la ruta Mar del Plata-Buenos Aires, ¿y sabés que acabo de ver? A Maradona con una mina”, reveló Rial. Y esa llamada fue el detonante del nacimiento de una estrella. Esa joven no era otra que Wanda Nara, la chica de la cual había oído hablar hace unos segundos mientras almorzaba.
“Se me congelan los huesos. Llamo y pregunto: ‘¿De quién me habías hablado? ¿Wanda Nara? ¡Llamala ya! Está con Maradona”, narró el periodista exaltado.
Tras esa introducción, el periodista contó que le mandó un móvil para contactar a Wanda. “Ahí me dije, necesitamos algo que demuestre que estuvo con Maradona. Ahí me dije, seamos sutiles, no caigamos en la cosa grosera: un calzoncillo. Esa era la prueba de que habían tenido relaciones. El calzoncillo era de Beto, el camarógrafo”. “Yo la couché”, confesó el conductor.
“Explotó acá en Intrusos”, admitió Rial. Inmediatamente, el programa rememoró la primera visita de Wanda al piso. Aquél día, Nara lanzó una frase que estallaría que la convirtió en una figura de los medios: “No pasé una noche como la gente piensa, no tuve sexo. Lo conocí como cualquier chica, yo tengo 18 años. Las chicas a los 18 años, no tienen sexo, me parece”.
Con esa afirmación, nacía el mito sobre su virginidad y la posterior edición de la revista Paparazzi con una estampita de la “Virgen Wanda”.
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