La sospecha de la anorexia está presente

Todavía no se acalló el dolor por la muerte de Romina Yan y mucho menos para sus seres queridos, que ya trascendieron algunos datos que intentarían explicar los verdaderos motivos de su temprano deceso. Según publicó ayer la revista Paparazzi, la joven actriz -hija de Gustavo Yankelevich y Cris Morena- los primeros estudios del cuerpo de Romina que fueron realizados por la forense Gloria Pellegrini indican que quedaron desestimadas las versiones que se dieron a conocer luego de la conmocionante muerte: Romina Yan no murió a causa de un aneurisma, ni por un accidente cardiovascular. Sí se aclaró que los resultados finales y definitivos recién estarán listos para la semana que viene, se informó que su organismo no presentaba ningún daño fisiológico. Pero un dato llamó poderosamente la atención: su estómago demostró que el día de su muerte Romina Yan no había ingerido alimentos en todo el día, según consignó la revista. Se asegura que los padres de la actriz intentaron evitar por todos los medios la instancia de la autopsia, pero a los fiscales Diego Callegari y Patricio Ferrari no les quedó otra alternativa que la actuación de oficio y avanzar con la investigación sobre “muerte dudosa”, ya que el deceso se habría producido en la vía pública. Lo cierto es que la noche del 28 de setiembre se llevó adelante el examen forense y la doctora Pellegrini lo primero que dictaminó fue que no se trató de una muerte violenta, ya que el cuerpo no presentaba lesiones. Luego se procedió a tomar muestras de sangre y el retiro de los órganos para determinar si Romina habría ingerido algún tipo de medicamento y cuyos resultados se sabrán la semana entrante. Esta precisión que surgió de un primer análisis del cuerpo de la actriz se conecta directamente con su problema de anorexia; un desorden alimenticio que salió a la luz durante el verano de 2008.
Extrema delgadez
En los primeros meses de aquel año, Romina Yan confesaba a la Revista Para Ti que “me reconcilié con mi cuerpo, pero la anorexia sigue latente”. De esa forma la joven actriz enfrentó públicamente su problema, que ya llevaba casi 20 años de duración. Es cierto que su matrimonio y la maternidad, de alguna manera, mitigaron los efectos de una tendencia que ya estaba arraigada. Pero la estrecha y fuerte relación con su marido habría contribuido a que, por lo menos, se ocultara el desorden en la alimentación. Cuando se completen los estudios forenses se podrá determinar si Romina estaba consumiendo algún tipo de medicamento para adelgazar o diuréticos en excesiva cantidad y que la haya predispuesto al desenlace final.
Ultimas apariciones públicas
Recordemos que en sus últimas apariciones públicas, como su presencia en el estreno de Corazón Idiota -la obra de Carla Peterson y Griselda Siciliani- el mes pasado, se mostró excesivamente delgada, pero su rostro estaba feliz y sonriente. Al parecer los rastros de la anorexia la acompañarían hasta sus últimos momentos. También se la vio distendida, pero muy delgada, durante el estreno de la obra Avenida Q que presenció junto a su marido Darío. Sin embargo su delgadez no preanunciaba el triste final de su muerte. En tanto, su marido Darío, quien intenta salir del terrible dolor, ahora sufriría de ataques de pánico -una alteración psicológica que puede desencadenarse en momentos difíciles de asumir-, hecho este que sumaría otra complicación más que debería enfrentar la familia, al igual que se enfrentaron al momento de explicarles a los tres hijos de Romina lo que había ocurrido con su mamá.