Si hay un director que ha merecido ganar un Oscar es David Lynch. Cultor de un perfil tan creativo como refinado, Lynch no había obtenido una estatuilla hasta este domingo cuando la Academia de Hollywood decidió otorgarle uno de estos galardones junto a otra estrella postergada: Geena Davis.
En una gala especial llevada a cabo este domingo en el Dolby Theatre de Los Ángeles, en la que también se rindió homenajes a otras grandes figuras de Hollywood.
Davis, recordada por sus papeles en La Mosca (The Fly, 1986) y Thelma y Louise (1991), entre otros filmes, fue galardonada por sus esfuerzos humanitarios a partir de la creación de un instituto propio que trabaja por la paridad en el cine y la televisión. Al respecto, Davis afirmó que su labor en Thelma y Louise le permitió reflexionar sobre cómo es representada la feminidad en la pantalla.
Por su parte, el director de Duna, Terciopelo azul, El Camino de los Sueños, y Twin Peaks , entre otras, recibió su estatuilla junto a Lina Wertmüller, primera realizadora mujer en ser nominada para un premio Oscar.
En este caso, Lynch se limitó a agradecer y fueron las actrices Isabella Rossellini y Laura Dern quienes le dedicaron elogiosos discursos.
Por su parte, al recibir su galardón, Wertmüller sugirió que el premio cambie de nombre a uno femenino, para lo cual propuso que se llame Anna.
En la misma velada, el actor Wes Studi, de ascendencia cherokee, conocido por su participación en Danza con lobos y El último de los Mohicanos, se convirtió en el primer nativo americano en alcanzar un Oscar. "Era hora", se limitó a decir al recibir su estatuilla.
La gala de ayer, 11° edición de los Premios de los Gobernadores, se instituyó como una ceremonia más pequeña e íntima en la que se entregan galardones honoríficos y funcionan como la apertura de la temporada de premios de Hollywood.
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