Espectáculos
El músico, actor y humorista analiza la repercusión de la ficción de Telefé. Cree que la apuesta por el revival y la conexión que estableció el grupo de trabajo son algunos de los factores que explican el fenómeno. Dice que no se parece nada al personaje que compone, salvo en la intención de “pasarla bien”.
Alejado del Tuca de Graduados y a la vez emparentado en el desparpajo y el gesto volátil, Mex Urtizberea, políticamente incorrecto, transita la intensidad de un año que lo consagró entre el público masivo. Inmerso en la ficción éxito de Telefé y en las tertulias cotidianas del envío de ESPN, Pura Química, este actor, músico y humorista de 51 años, no sin poco asombro, revive las particularidades de su momento star. “Graduados me cambióla vida. Me pasó lo de nunca. La respuesta de la gente es asombrosa”, dispara Mex con cara de rebelde incorregible, sin querer perderse ni un instante de lo que le toca atravesar de la mano de Nancy Dupláa, Daniel Hendler y Luciano Cáceres, entre tantos.
“Es un año muy intenso con Graduados y Pura Química. Lo disfruto mucho y la paso bien. Fue una experiencia maravillosa. El 14 de diciembre terminamos de grabar y seguro voy a extrañar Graduados porque es sensacional”, agrega Urtizberea luego. “No esperábamos semejante repercusión, con esas cosas nunca sabés. Pero merecido todo el bolonqui que armó”, dice relajado. Sin lugar a dudas, la vivencia de Graduados lo marcó. Y como suele suceder con los grandes hitos televisivos, no tiene una explicación precisa. Existe una sumatoria de aciertos que lo llevaron a
ser considerado programa de culto.
“Hay muchas cosas que hicieron que sea un éxito. Es un conjunto de cosas no sé bien cuál es el porqué”, afirma Mex con cierto orgullo. “El revival, el libro buenísimo, la idea de Ortega y Cullel que es buenísima, los actores que
son increíbles, son muchos factores. Hay mucha onda de grupo, con mucho respeto, la gente se quiere mucho. Hasta mismo los actores que vivieron tantas experiencias dicen que nunca les pasó algo así”, recalca del formato de ficción que logró vencer al imbatible ShowMatch.
Mex Urtizberea sonríe con la mueca que cada noche a las 21.15 lo sostiene a Tuca, un millonario con aspecto bohemio y disparatado, que se convirtió en uno de los personajes favoritos de los televidentes. “Pegó muchísimo este personaje marginal y muy querido. Pegó, tampoco hay explicación para eso”, acentúa este intérprete que confiesa no comulgar con ciertos códigos del mundo del espectáculo. “No tiene nada que ver con mi personalidad”, responde respecto a Tuca. “Por ahí tiene de mí que trato de pasarla bien. Pero no soy millonario ni tengo la mentalidad de un chico de 13 años, ni soy fiestero, no tiene nada que ver. Hay ciertos guiños que se los agrego yo porque me hace gracia y me gusta que el personaje sea así. Pero no tiene que ver conmigo”.
Quien incursionó en la TV en 1993 con el inolvidable Cha Cha Cha y tras variados trabajos se mantuvo como referente de los programas Magazine For Fai y Medios Locos confiesa que con Graduados alcanzó lo que nunca. “Hace muchos años que estoy en la tele. Nunca tuve desesperación por el éxito, pero sí tenía ganas de que lo que hacía se conociera
más. Y se dio esto que es único. Nunca lo había experimentado en mi vida”, señala Mex.
Fue Sebastián Ortega a través de su productora Underground, quien insistentemente bregó para que el hombre pueda destacarse en sus producciones. “Ortega me llamó para hacer LaLola y no lo pude hacer por trabajo, después para Los Pells y ahora para esto. El se copa conmigo. Son inconsciencias de él y bienvenidas están”, asegura Mex con humor. Y
de inmediato reconoce: “Me gusta su estilo, es muy creativo, es muy artístico, me gusta mucho, es muy genial el tipo, es muy personal lo que hace”.
Más allá de la ficción de Graduados, ¿qué pasa con el humor en la TV? Como humorista, ¿notás la carencia de sucesores de los grandes capocómicos que hemos tenido?
-No hay sucesores en la TV. No existen programas de humor y de sketches. Hubo algunos programas, como el de Freddy Villarreal que hizo en su momento, pero ahora no los hay. El humor está puesto en todo, no hay más programas de sketches ni de humor netamente. Solamente (Diego) Capusotto. Y Pura Química también es un programa de humor. Todo tiene humor. El humor está puesto en todo ahora. No se busca, ya tiene los noticieros, los programas de la mañana, hay segmentos de humor por todos lados, los programas de archivo, que hay infinidad de programas de archivo, tienen su segmento de humor. Ahora va cambiando, es como que la ficción tiene más protagonismo. Qué sé yo, son momentos, modas, cansancios.
¿Tendrías ganas de encarar un programa sólo de humor?
-Sí. Me gustaría hacer un programa de humor netamente. Habría que pensarlo. He hecho cosas, he hecho programas de humor, siempre estoy pensando en hacer humor. No me han ofrecido, pero siempre estamos con los amigos pensando e imaginando en hacer un programa de humor. Son momentos. Ya va a llegar. “No tengo tiempo de nada ahora”, aclara, por si hiciera falta, que este año ya no puede pensar en otro proyecto. “Me despierto a las 7 de la mañana y llego a mi casa a las 9 de la noche, todos los días. Como muy tarde me acuesto a la 1 y duermo 6 o 7 horas. No puedo hacer otra cosa en este momento”.
ser considerado programa de culto.
“Hay muchas cosas que hicieron que sea un éxito. Es un conjunto de cosas no sé bien cuál es el porqué”, afirma Mex con cierto orgullo. “El revival, el libro buenísimo, la idea de Ortega y Cullel que es buenísima, los actores que
son increíbles, son muchos factores. Hay mucha onda de grupo, con mucho respeto, la gente se quiere mucho. Hasta mismo los actores que vivieron tantas experiencias dicen que nunca les pasó algo así”, recalca del formato de ficción que logró vencer al imbatible ShowMatch.
Mex Urtizberea sonríe con la mueca que cada noche a las 21.15 lo sostiene a Tuca, un millonario con aspecto bohemio y disparatado, que se convirtió en uno de los personajes favoritos de los televidentes. “Pegó muchísimo este personaje marginal y muy querido. Pegó, tampoco hay explicación para eso”, acentúa este intérprete que confiesa no comulgar con ciertos códigos del mundo del espectáculo. “No tiene nada que ver con mi personalidad”, responde respecto a Tuca. “Por ahí tiene de mí que trato de pasarla bien. Pero no soy millonario ni tengo la mentalidad de un chico de 13 años, ni soy fiestero, no tiene nada que ver. Hay ciertos guiños que se los agrego yo porque me hace gracia y me gusta que el personaje sea así. Pero no tiene que ver conmigo”.
Quien incursionó en la TV en 1993 con el inolvidable Cha Cha Cha y tras variados trabajos se mantuvo como referente de los programas Magazine For Fai y Medios Locos confiesa que con Graduados alcanzó lo que nunca. “Hace muchos años que estoy en la tele. Nunca tuve desesperación por el éxito, pero sí tenía ganas de que lo que hacía se conociera
más. Y se dio esto que es único. Nunca lo había experimentado en mi vida”, señala Mex.
Fue Sebastián Ortega a través de su productora Underground, quien insistentemente bregó para que el hombre pueda destacarse en sus producciones. “Ortega me llamó para hacer LaLola y no lo pude hacer por trabajo, después para Los Pells y ahora para esto. El se copa conmigo. Son inconsciencias de él y bienvenidas están”, asegura Mex con humor. Y
de inmediato reconoce: “Me gusta su estilo, es muy creativo, es muy artístico, me gusta mucho, es muy genial el tipo, es muy personal lo que hace”.
Más allá de la ficción de Graduados, ¿qué pasa con el humor en la TV? Como humorista, ¿notás la carencia de sucesores de los grandes capocómicos que hemos tenido?
-No hay sucesores en la TV. No existen programas de humor y de sketches. Hubo algunos programas, como el de Freddy Villarreal que hizo en su momento, pero ahora no los hay. El humor está puesto en todo, no hay más programas de sketches ni de humor netamente. Solamente (Diego) Capusotto. Y Pura Química también es un programa de humor. Todo tiene humor. El humor está puesto en todo ahora. No se busca, ya tiene los noticieros, los programas de la mañana, hay segmentos de humor por todos lados, los programas de archivo, que hay infinidad de programas de archivo, tienen su segmento de humor. Ahora va cambiando, es como que la ficción tiene más protagonismo. Qué sé yo, son momentos, modas, cansancios.
¿Tendrías ganas de encarar un programa sólo de humor?
-Sí. Me gustaría hacer un programa de humor netamente. Habría que pensarlo. He hecho cosas, he hecho programas de humor, siempre estoy pensando en hacer humor. No me han ofrecido, pero siempre estamos con los amigos pensando e imaginando en hacer un programa de humor. Son momentos. Ya va a llegar. “No tengo tiempo de nada ahora”, aclara, por si hiciera falta, que este año ya no puede pensar en otro proyecto. “Me despierto a las 7 de la mañana y llego a mi casa a las 9 de la noche, todos los días. Como muy tarde me acuesto a la 1 y duermo 6 o 7 horas. No puedo hacer otra cosa en este momento”.
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