Patricia Hitchcock murió a los 93 años en Thousand Oaks (California), cerrando así una de las dinastías más importantes del Hollywood de los años dorados. Ella fue la única hija del director Alfred Hitchcock y la guionista Alma Reville.
Nació en Londres en 1928, pero en 1939 se mudó a Los Ángeles. Si bien su carrera comenzó en los Estados Unidos, su padre quería que se formara en su país natal por lo que el envío de regreso a casa para formarse antes de comenzar a trabajar en la industria del cine formalmente.
De regreso en Los Ángeles, comenzó a trabajar en televisión hasta que su padre le dio su primera oportunidad en cine con Pánico en la escena, a la que siguieron Extraños en un tren y Psicosis; aunque siempre se la recordará por su rol de Barbara Morton, una chica divertida y con gafas, en Extraños en un tren.
En 1956, Patricia trabajó en Los diez mandamientos de Cecil B. DeMille y poco después se retiró de la escena para dedicarse de lleno a la crianza de sus tres hijas, fruto de su matrimonio con Joseph O’Connell.
En los ’80 dijo que no fue la gran musa de su padre porque éste se oponía al nepotismo, razón por la cuál no le dio más papeles. Aún así, colaboró en la revista “Alfred Hitchcock’s Mystery Magazine”, y en 2003 coescribió, junto a Laurent Bouzereau, la biografía de su madre “Alma Hitchcock: The Woman Behind the Man”.