"Oses", una oscura obra multidisciplinaria que refresca el off porteño

Se trata de “Oses”, la segunda de Miguel Ángel Vigna como dramaturgo (la primera es la futbolera obra de títeres para adultos “Oscar”), una fábula distópica impactante desde lo estético y abordada con un enfoque multidisciplinario, en el que conviven tanto el teatro tradicional como los títeres, las sombras, la expresión corporal y la música en vivo.

A su vez, se trata de la obra que inaugura Fauna, un hermoso nuevo espacio cultural regenteado por el propio Vigna en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires.

DIARIO POPULAR charló en exclusiva con él acerca de esta nueva apuesta.

A continuación, la entrevista completa:

oses 2.jpg

-¿Cómo surgió "Oses"? Contame un poco sobre el proceso de gestación, producción y desarrollo de la obra.

“Oses” fue producto de una imagen, lo que se llama en dramaturgia “imagen generadora”, como diría el maestro Mauricio Kartun. Fue producto de esa imagen y de ese momento en mi vida, un momento de tocar fondo, de caos y desorden y de cambio que es lo que conlleva esto. O cambiás o te matás, una cosa así. Hay algo de esa energía que está en la obra, el buscar nuevos paradigmas o el “no paradigma” como especie. La imagen era de una latita, que creo que era de confites. De ahí surgieron las imágenes relacionadas con las galletitas y la pareja de osos haciéndolas, trabajando sin parar, que pueden verse en la obra. Me metí un poco a desarrollar esta vida de estos osos haciendo galletas, preguntándome para quiénes las hacían. ¿Por qué hacen galletitas y no otra cosa? ¿Dónde están? ¿La casa donde están es suya? Al tiempo me junté con Amalia Martini y Elián Marco (NdR: los dos actores que interpretan a los oses), amigos de hace mucho tiempo que venían de un viaje de siete años por toda Latinoamérica con el “Grupo Carretero”. Les propuse empezar a imaginar este universo en Fauna, el centro cultural que estoy gestionando, y ahí empezó la etapa de laboratorio. Fauna en ese momento era escombro puro, parecía Bagdad, Kosovo, no sé… Y ensayábamos ahí, en medio de la mugre, del polvo, del cemento derruido. Eso también fue conformando a los oses como seres que emergen de lo marginal, de lo desechable que nadie quiere. Con el correr de los ensayos la cosa tiró para un lado más físico-corporal, y fue maravilloso, porque se seguía sosteniendo la base de aquello que había escrito pero sin decir una palabra, yendo más a lo animal y salvaje de la comunicación. Y, en cuanto a la música, nos acompañó desde un principio, a diferencia de muchos procesos teatrales, en los que la música se incorpora a lo último. En “Oses” ya estaba planteado desde aquella imagen generadora el trabajar con una música más cercana al caos, y fue ahí que se sumó “Luxor” Rinaldi, que es un violero eléctrico punk pero especial, capaz de cambiarte la energía en un acorde. Lo musical es primordial en “Oses”.

-¿Cuándo y por qué decidiste llevar a cabo la obra con el enfoque interdisciplinario que tiene? ¿Qué efecto querías lograr en el espectador?

Yo soy actor y titiritero, todo lo hago desde ahí. Por ende, por más que cuando empezamos a trabajar con los oses era un laburo más actoral, lo objetual fue ganando la escena. Los objetos fueron creadores de mundos, desde los que estaban en los escombros de aquel primer Fauna, de los cuales muchos quedaron en escena. El grupo se fue agrandando y los que se incorporaban traían sus propuestas y ganas de aportar al mundo ya creado. El laboratorio se extendió, laburamos más y, entonces, pudimos abordar otras técnicas, como la sombra y el teatro físico, con el objetivo de ir a un “Teatro Mayor” más puro, más sucio, y que de esa suciedad emerja lo bello, lo distinto, la esperanza, el sueño. Si quiero ver algo más llano y lo mismo de siempre me quedo en casa mirando una serie de Pol-ka. Si voy al teatro quiero y tengo que ver algo que me descoloque, que me haga preguntarme cosas.

-¿Qué le transmitiste a los actores apra sus respectivas interpretaciones? ¿Qué querías que le imprimieran a sus personajes?

En un principio empezamos a trabajar desde el imaginario de esta pareja de osos con un hijo, sus diferentes momentos, de trabajo, de ocio, de sexo, de enojos. De ahí empezó a ganar el “bufón”. Y hay algo de esto que nos ayudó mucho. Básicamente, laburar lo marginal, lo que no encaja y que por eso se oculta, pero que sirve para sostener una maquinaria, un sistema. La hipocresía desde lo corporal y desde el vínculo de estos osos. Ellos tienen que responder a un sistema imperante, pero tienen sus momentos de soledad, sus momentos singulares de explosión, implosión y revelación.

LEA MÁS:

-¿Por qué elegiste a los osos y osas para representar el mensaje que querías transmitir? ¿Qué tienen de especial para vos estos animales?

En un principio, la imagen generadora eran unos osos. Entonces, al seguir con ese vínculo, se definió un poco la especie desde ahí. Como para unificar los comportamientos de los oses también. Pero lo primordial era mostrar la animalidad de nuestra humanidad. Los oses no precisamente son osos. Son un bicho de este futuro que planteamos en la obra, como nosotros somos unos bichos también de este presente. En los ensayos nos empezamos a cuestionar qué tan animales somos y cuán presente tenemos nuestra condición de animales como humanos. Cuánto el “intelecto” le ganó a la “animalidad”, y si ese “intelecto” es realmente nuestro o se nos impone. ¿Actuamos como pensamos o piensan por nosotros y lo único que hacemos es repetir estructuras, cayendo en la conformidad?

-¿Por qué "Oses" con "e"? Contame un poco acerca de la elección de este nuevo modismo del lenguaje para el título de la obra.

Como decía antes, los oses no precisamente son osos. Son algo distinto, no encasillado. De ahí parte la idea de deformar el nombre, de ir a algo que rompa con lo ya establecido. A poco de estrenar no sabíamos bien cuál iba a ser el título de la obra. El nombre que estaba más presente era el de “Osos”, como nos llamábamos para encontrarnos. A dos semanas de estrenar, Amalia, la osa, vino al ensayo tras vivir la experiencia del Encuentro Nacional de Mujeres que se había hecho en Chaco, y nos puso al tanto de esta nueva “regla gramatical” de la que ninguno de nosotros estaba al tanto. Y adherimos fervientemente a un mundo más inclusivo, en el que se respeten los derechos de todos por igual. Lo que se había planteado desde un principio en la obra, estaba sucediendo, el reinventarse y redefinirse. Elegimos utilizar un lenguaje no sexista para nombrarnos. Sentimos que el lenguaje y la escritura conforma gran parte de nuestros pensamientos. Ya nuestro lenguaje fue colonizado hace siglos por los españoles. De a poco hay que salir de la colonia para apropiarnos más de nuestro lenguaje y hacerlo nuestro, singular e independiente.

-Contame un poco acerca de Fauna, el espacio en el que se presenta "Oses" y que gestionás.

Siempre imaginé un espacio en el que la gente pueda sumarse con su propio proyecto, como si fuera un refugio, un oasis, un paraje donde inventar nuevos mundos. “Oses” y Fauna nacieron casi juntos y de los escombros. El tener un espacio me parece fundamental para un artista. Es un sueño hecho realidad. Y de aquel momento perturbador mío pude canalizar las enrgías en la gestación del Fauna. Mi padre en aquel momento también estaba pasando por un período de reformulación, y nos asociamos con la familia para sacar a flote este barco enorme. Fauna es un espacio de ruptura, de paraje, de re-evolución. Es un lugar en pleno centro porteño de re-pensamiento y re-emprendimiento hacia otras direcciones de lo ya establecido. Un espacio abierto a la comunidad que apuesta por la creación de nuevos paradigmas en cuanto a lo artístico y social, bancando la bandera de la libertad y la creatividad. Un multiespacio que busca involucrar diferentes áreas y que a través de su fusión sean motor para nuevas poéticas.

-¿Qué planes tenés con "Oses"?

“Oses” por el momento seguirá reinventándose en Fauna el año que viene. Pero la idea también es hacer festivales para poner en conflicto a la misma obra y readaptar la puesta a nuevos espacios, y que esos espacios no alimenten de nuevos estímulos para crear.

"Oses" presenta sus últimas dos funciones del año este jueves 30 de noviembre a las 20:30 y el domingo 17 de diciembre a las 17:00 en Fauna. Para reservar entradas, escribir a [email protected].