Desde que Argentina quedó descalificada del Mundial de Rusia en el partido con Francia, Pampita y Pico se distanciaron. Ambos pactaron no dar notas a la prensa ni siquiera publicaron fotos juntos en las redes sociales. Se trataba de una separación que parecía definitiva. Y cuando todo indicaba que no habría otra oportunidad, ayer aparecieron nuevos indicios de que no todo está terminado. Justamente alentaron esa posibilidad las fotos que ella subió con la mascota del ex tenista, el perro Osvaldo, en la casa de él, en un barrio privado de la zona Norte.
En verdad, el perro Osvaldo, nombre que Pico le puso a su amada mascota, se convirtió en el “muñeco” más mimado de todos, incluso por los tres hijos de la infartante modelo. Dos semanas atrás, cuando ella estaba de viaje por compromisos laborales, Pico visitó la casa de la modelo, en el barrio de Belgrano, con su mascota.
Osvaldo, además de ser el centro de la familia, podría ser al artífice de la reconciliación. No es un dato que puede pasar por alto que la modelo pasara el domingo en casa de él, en un barrio privado. En tanto, Pico no se encontraba allí, sino en su pago natal, Tandil en visita de familia. En las redes sociales, Pico subió una foto junto a sus dos sobrinas pequeñas.
Ayer, sin embargo, el conductor de Los Angeles de la Mañana, Angel de Brito, arrojó otra versión. Según este periodista, lejos de darse una tercera oportunidad tras superar la crisis del verano pasado: “Ella quiere insinuar reconciliación en las redes, él le corta el rostro mostrando que está lejos”.
Por lo pronto, Pampita cortó cualquier contacto con la prensa. Después del portazo en Telefé que coincidió con la separación de Pico, ella se recluyó en sus hijos y trabajos relacionados con el mundo de la moda. En el medio se tomó las vacaciones de invierno, con sus tres hijos, en Miami.i
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