Cualquiera puede cantar, decían los legendarios e inmortales Auténticos Decadentes, y es una gran verdad. Todos podemos entonar una canción, ya sea propia o ajena, y no es necesario tener una gran voz o técnica para hacerlo, sentir cosas y provocar sentimientos. Sólo es cuestión de animarse. Pero no cualquiera puede apropiarse de una canción y ponerle su impronta, alma y corazón. Partir de una interpretación previa y llegar a una reinterpretación. Hacer de una canción vieja una nueva. Volverla única. Para eso, se necesita personalidad, talento, sensibilidad, carisma. No cualquiera lo tiene. No cualquiera puede hacerlo. Pero algunos sí. Como Natalia “Poli” Politano y Maximiliano Prietto, quienes lo demostraron el viernes por la noche en ese teatro tan lindo de San Telmo que es el Xirgu Espacio Untref.
Al igual que el jueves en el mismo lugar, la líder de Sr. Tomate (ese tesoro tan bien guardado del under nacional que merece ser desenterrado desde hace tanto) y su ya consagrado par de Los Espíritus (uno de los mejores y más relevantes músicos argentinos de la actualidad), presentaron oficialmente “Boleros y Canciones”, su gran disco en conjunto editado este año, y emocionaron a un público que agotó las localidades y cayó rendido a los pies de la impecable y contagiosa performance de todos los músicos en escena.
Con un repertorio armado con la totalidad de los temas de la mencionada placa, más otras gemas del cancionero del género al que le rendían tributo (como “Camino del Puente”, “Paloma Negra” y “Dos Gardenias”, entre otras), Poli y Prietto hicieron una verdadera reivindicación de la interpretación, empapando cada uno de los clásicos populares con su actitud, identidad e innegable impronta rockera. Así se destacaron “Veinte Años”, “El Día Que Me Quieras”, “Perfidia”, “Guitarras, Lloren Guitarras” e “Historia de un Amor”, con una mención aparte para la gran versión del instrumental de Oscar Alemán “Definición de Ritmo”, que puso todavía en mayor evidencia la impresionante calidad y pericia de la banda que acompañó a las dos estrellas de la noche.
Pero sin dudas EL tema de la velada fue “Témpanos Lejanos”, compuesto por Poli y arreglado por Prietto y el resto de los músicos que los acompañaron, que fue coreado por todo el auditorio no una sino dos veces, ya que fue repetido como último bis. Un verdadero hitazo que ojalá le dé a su autora y a su banda platense de toda la vida la visibilidad que deberían tener.
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¿Y qué decir de Maxi Prietto? Lo mismo que decimos cada vez que lo escuchamos y vemos en vivo: que la rompe, que es un distinto, que se merece todo lo bueno que le está pasando y mucho más. Un verdadero monstruo que crece día a día y de quien somos afortunados de ser contemporáneos.
En definitiva, un excelente recital que le hizo honor a un excelente disco y propuesta de dos de los artistas más interesantes que tenemos en la actualidad. Esperemos que vengan más boleros y, sobre todo, más canciones (del género que sea) de estas dos personalidades, que maridan tan bien juntas.
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