Sabina, en contra de la independencia de Cataluña

Sabina formuló estas declaraciones el pasado lunes en un hotel porteño donde promocionó “Lo niego todo”, su reciente álbum de estudio, con toques bastante melancólicos. Dotado de un look estudiado al detalle, el compositor respondió preguntas que matizó con su nutrido elenco de anécdotas, capaz de ratificar su placer en contar historias, su amor por Buenos Aires y abordó el tema Cataluña.

“Los españoles y los catalanes desde hace dos meses estamos hartos de hablar de eso, ya que en Europa el nacionalismo ha sido causa de las desgracias mayores del siglo XX: Cataluña es rica y tiene mayor libertad”, afirmó sin perder el gesto sonriente.

El autor de “Con la frente marchita” responsabilizó a una “banda de políticos profundamente irresponsables” por la división en la sociedad española y afirmó que estamos en una época propicia para “construir puentes en lugar de levantar fronteras”.

“Los independentistas -continuó- han hecho un mundo donde hay mejores y peores catalanes” y se solidarizó con el artista Joan Manuel Serrat, compañero de giras y aventuras musicales, por su postura de oposición al referéndum catalán. Sabina se mostró indignado por el mote de “fascista” con el que califican al autor de “Mediterráneo” por las calles de España.

LEA MÁS:

En relación a su futuro, el cantante de 68 años afirmó que dentro de 20 años se imagina cantando en “teatritos donde la relación con el público es más tribal”, alejada de la mediación de la tecnología, factor contra el que el compositor despotrica bastante ya que sigue firme en la lectura de diarios y está convencido que lo “realmente importante acaba por salir publicado en los periódicos”, aunque intuye que quizás pueda estar perdiéndose de “saber algo, no me peleo con los odiadores profesionales del Twitter”.

“Lo niego todo” tiene a Leiva como productor, lo que significó el relevo de Pancho Varona y Antonio García de Diego, productores habituales del artista desde su trabajo discográfico “Física y química” y le dio al álbum un enfoque más rockero, con toques a lo Keith Richards.

Sobre cómo se hizo amigo de Leiva dijo que: “Me envió una carta luego de haber escuchado un concierto, donde decía que no quería morir sin grabar conmigo” y calificó su labor como la de “un médium” capaz de traducir sus sentires.