Tras el fallo favorable que prohíbe a su ex pareja usar fondos de una cuenta común, la cantante quiere deshacerse de viejos recuerdos. El nunca pensó que la relación iba a terminar de esta manera, según dijo.
Mientras para Shakira olvidarse de los trámites es una cuestión de días, para su ex marido Antonio de la Rúa, sin embargo, "llevará un tiempo repartir la sociedad comercial". Envalentonada con un fallo a favor de la Justicia que prohíbe a su ex pareja utilizar los fondos de una cuenta común, Shaki volvió a poner en venta la mansión que compró en 2001 en una zona más paqueta de Miami.
La ex pareja pensó que ése iba a ser el refugio para toda la vida. Una mansión que hoy estaría valuada en seis millones de dólares. El terreno mide dos mil metros cuadrados de jardín y 800 metros cuadrados cubiertos. En su momento se adquirió la casa a un valor de 3 millones de dólares.
Shaki no quiere conservar nada relacionado a su amor que duró una década. Antonito está en la misma, pero sigue la demanda judicial por el 18 por ciento del emporio comercial que, según el mismo Antonito, armaron juntos mientras eran pareja.
El fin de semana pasado por primera vez el hijo del ex presidente Fernando de la Rúa habló de la separación: "En su momento fue doloroso descubrir que no había espíritu de dialogar nada. Siempre imaginé que nos sentaríamos ella y yo a ponernos de acuerdo y no fue así", contó a un matutino.
Al margen del entuerto judicial que padece con su ex mujer, Antonito rescató la vida sentimental de ella y de él mismo: "A Shakira la veo muy feliz y eso me pone muy contento. Yo estoy en el momento más feliz de mi vida, con la mujer (Daniela Ramos) y con mi hija. Creo que nos pasa algo parecido". Shaki se muestra también muy orgullosa de su nueva familia, su marido, el jugador de fútbol de Barcelona, Gerard Piqué, y el bebé de ambos. Antonito reclama un porcentaje de los cien millones de dólares en danza.
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