Desde hace semanas, la modelo Amalia Granata comenzó una encendida defensa de la postura antiabortista que –hay que reconocerlo- contó con muchos adherentes en el ambiente artístico y periodístico. Este miércoles, en la previa al inicio de la sesión que definiría si la ley que despenalizará el aborto en la Argentina, la modelo habló con Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos y allí, extrañamente, contó que en sus dos embarazos se realizó
“En Irlanda disminuyó el nacimiento de niños con enfermedades o con Síndrome de Down porque la madre se entera de que el niño tiene una discapacidad o Síndrome de Down a las pocas semanas, va y lo aborta. Es una vergüenza decirte esto. (…) Mi libertad me permite cuidarme”, dijo, y agregó que ella se enteró de que su hija era mujer al hacerse un examen a las 9 semanas. “Si mañana viene un tipo y la caga a palos y la mata, ¿cómo define el movimiento de #NiUnaMenos a qué edad tiene que salir a defenderla en caso de que yo quiera abortarla a las 9 semanas?”
Pero, en una interminable jornada, la rosarina también fue a plantar bandera al ciclo Pampita Online, donde la producción le colocó del otro lado de la mesa nada menos que a Sofía Gala Castiglione, la joven actriz, férrea defensora del pañuelo verde. Pero como si eso no fuera suficiente, en un móvil en directo, Pampita unió a la discusión a Florencia Peña.
"Lo primero que quiero decir es que nosotros que apoyamos el aborto legal, lo que creemos es que las únicas personas que pierden acá no son los diputados, son las mujeres, porque el aborto existe, esta es una realidad que nadie puede negar. La diferencia que estamos planteando es clandestino o legal, no estamos planteando ni las mujeres están pidiendo permiso para abortar porque esto es algo que sucede no acá en la Argentina, sucede en el mundo. Por eso en muchos lugares, en muchos países, existe esta ley, porque de alguna manera esta ley lo que obliga es que el Estado, al estar presente, se regularice una práctica que al ser clandestina, genera muertes o genera malas praxis, o genera que las mujeres lleguen desangradas a los hospitales a atenderse", dijo Peña desde el móvil.
"La verdad es que nosotras lo que pretendemos es que se entienda que no queremos ir en contra de las creencias de nadie, que cada una puede ser respetuosa con su propia moral y con su propia ética y con su propio credo, pero necesitamos una ley que vaya más allá de las creencias personales. Hay un caso para mí muy emblemático que es el caso de Irlanda. Irlanda tiene el 80 por ciento de población católica, hace muy poquito el 66 por ciento de esa gente votó a favor del aborto. ¿Qué quiere decir esto?, que pudieron dejar sus creencias personales de lado, que pudieron darse cuenta de que más allá de lo que uno haga puertas adentro y de lo que uno decida en su vida personal hay un bien común, y cuando uno vive en un país no puede ver la vida desde un ombligo, porque nosotras si elegimos el día de mañana abortar podemos, tendríamos la posibilidad porque tenemos los medios económicos para hacerlo, pero pensemos en todas aquellas mujeres que se encuentran tan desvalidas, sin la posibilidad de hacerlo", agregó Flor.
"Me parece que el Estado tiene que estar presente desde otro lugar, no dándote como solución el aborto. Ya que haya una mujer sola en la Argentina que aborte es un fracaso como Estado y como sociedad, es convalidar este fracaso haciéndolo legal. Y claramente es clandestino porque vas a matar una vida, el Estado que te tiene que garantizar el derecho a la vida no te puede avalar y garantizar que mates una vida en forma segura, por eso es clandestino. No es clandestino porque estás haciendo algo que está bien, es clandestino porque estás haciendo algo que está mal", dijo por su parte Amalia Granata.
"No, bueno, eso es en tu creencia, no en la mía y en la de un montón de argentinos y de un montón de mujeres del mundo, porque esto ni siquiera es nuestro", replicó Peña.
"Justamente antes nombraste a Irlanda; y en Irlanda, a partir de que se legalizó (el aborto), dejaron de nacer chicos con Síndrome de Down por ese motivo", reiteró Granata como le dijo a la mañana a Tenembaum.
"Me parece que va más allá de la opinión que tengamos cada uno. Me parece que hoy por hoy este debate entre nosotras no vale, porque acá el debate no es si estás o no a favor del aborto, el debate es si el aborto tiene que seguir siendo clandestino o legal. Esto sigue pasando, por más que vos no estés de acuerdo, Amalia, sigue pasando, entonces el Estado nos tiene que cuidar como mujeres. Como cuida a los hombres, porque todos sabemos que si les pasara a los hombres esto no se estaría debatiendo. Entonces me parece que hay como una idea patriarcal muy grande", dijo a su vez Sofía Gala.
"Lo mío no es una idea patriarcal ni religiosa, y hay un montón de cosas que pasan y por eso no vamos a legalizar todos los delitos que pasan porque pasan y si los legalizamos para que dejen de pasar. La solución no es legalizar algo que pasa, porque pasan muchas cosas. Además, te quiero decir que los abortos en Uruguay, en Estados Unidos, en los países donde está legalizado, han bajado la mortalidad de la mujer pero ha aumentado la cifra, las cifras (de abortos) han aumentado constantemente", replicó Granata.
"Acá parece que nosotras estamos saliendo a decir 'chicas, vamos a abortar, ninguna mujer va a abortar y le parece que es fácil. Por favor, no nos hagamos más los bolu..., estoy harta de esta discusión, acá pasa una cosa clara, las mujeres se están muriendo, esto se tiene que terminar y tiene que tener un marco legal. Después podemos discutir todo lo que queremos, qué te pensás, que cada mina que va a abortar dice 'ahora sí, ahora que es legal me voy a cuidar yendo a abortar'", contraatacó la hija de Moria.
"Si hoy no saliera la ley va a seguir pasando, las mujeres van a seguir abortando, no va a cambiar algo. Lo único que va a cambiar hoy es si sale la ley para que esas mujeres no mueran y lo hagan controladamente, porque hoy en la clandestinidad se puede abortar no sé hasta cuándo, ese plazo que estamos poniendo en la legalidad en la clandestinidad ni siquiera se puede controlar. Entonces digo hoy, si no saliera la ley no gana nadie, pero si la ley sale se puede controlar desde un lugar más seguro para las mujeres. Y el debate que hay sobre la ciencia es algo que ni siquiera la ciencia se ha puesto de acuerdo. Alguien que representa en el Congreso no puede votar por sus propias creencias porque está representando a un pueblo", sumó Flor Peña.
"Bueno, pero ese representante lo eligió un pueblo en democracia, no lo eligió un pueblo en dictadura, entonces están ahí sentados porque nosotros los elegimos", reconoció Granata.
"Tenemos que debatir, porque evidentemente todavía no se entiende que si Amalia no quiere abortar la ley no la va a obligar a abortar, seguimos no entendiendo que si Amalia no quiere abortar la respetamos absolutamente en sus creencias. Se votó en contra de la educación sexual en las escuelas. Muchos de los que hoy votan en contra del aborto votaron también en contra del presupuesto para la educación sexual. Entonces, hay una contradicción, hay una doble moral constante, hay un no ver la realidad. Hoy los abortos suceden, mañana aunque esta ley no salga los abortos siguen sucediendo de forma clandestina. O lo entendemos o lo entendemos, clandestino o legal, esa es la discusión. No importa lo que Amalia y yo pensemos, porque Amalia y yo podemos no estar de acuerdo pero la discusión es va a ser legal o va a ser clandestino, mañana sigue igual todo lo mismo si la ley hoy no sale, de eso tenemos que hablar", concluyó Flor Peña.
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