El Diez llegó a Roma acompañado por su mujer y sus asesores y Junior viajó ayer desde Buenos Aires porque fue su padre quien le pidió expresamente que estuviera presente en el evento que se desarrollará en el estadio Olímpico de Roma y que contará con la presencia de futbolistas de todo el mundo.
Diego se encontrará con el Papa el mismo día del partido y el encuentro será también junto con su hijo. Quien está preocupado es Matías Morla, abogado y apoderado del astro, quien fue el mentor del encuentro pero podría perderse la reunión.
Morla está aún en Miami ya que viajó para tener algunas reuniones con los abogados que tienen la causa que Diego le inició a Claudia, pero el huracán que pasó por las costas de esa ciudad trastocó todos los planes.
Desde el Vaticano postergaron la audiencia dos días, pero habrá que ver si le dan los tiempos. Morla está en Miami con su mujer, Florencia Wendel, quien está embarazada y quería estar en la audiencia para tener la bendición del Papa.
El encuentro entre Francisco y Maradona no será uno más, ya que por primera vez lo hará junto a su hijo. La última vez que el Diez se vio con el Papa, éste le pidió que reconociera a Junior. La decisión de Maradona fue muy valorada por el Papa.
A Diego se lo vio feliz, motivado y con varios kilos menos de los que se fue de Buenos Aires. "Francisco me pidió que juegue y no puedo defraudarlo", dijo en un video que subió a su cuenta de Facebook.
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