Si había un partido que Atlético Tucumán tenía que ganar para asentarse como puntero era este, contra Newell's, que era uno de los animadores pero llegaba golpeado. Le costó al Decano en un partido durísimo, pero pegó a los 73 minutos y en el descuento por intermedio de Ramiro Carrera y Renzo Tesuri y se quedó con los tres puntos.
Con este resultado, el equipo de Lucas Pusineri alcanzó las 25 unidades, le sacó una diferencia de cuatro a Gimnasia (le ganó a Huracán) y conservó su invicto al cabo de la undécima fecha de la Liga Profesional.
Al principio había salido mejor predispuesto la Lepra, que después de un leve dominio se acercó a los ocho minutos con un tiro libre de Cristian Lema que embolsó Carlos Lampe exigido hacia su derecha.
El decano empezó a sacar sus armas, esas armas que lo tienen ahí arriba. Y a los 14, Ramiro Ruiz Rodríguez la empalmó de aire con el empeine para que la pelota le saque chispas al caño derecho de Franco Herrera.
Después, a la media hora, desde un lateral largo, Carrera avanzó a toda velocidad por derecha, sacó un remate y la puso en la red externa. Respondió la visita con un intento de Ramiro Sordo que sacó Lampe con la ayuda del travesaño.
Hasta que en el segundo tiempo, que tenía a un Atlético mejor parado, explotó el grito de gol de los tucumanos. Ramiro Ruiz Rodríguez se sacó dos marcas con un dribling notable, tiró el centro atrás y llegó de frente Ramiro Carrera para definir con el pie firme al fondo de la red.
En el quinto minuto de adición, los rosarinos tuvieron un tiro libre en el que fue hasta el arquero para intentar el empate agónico. Sin embargo, les salió el tiro por la culata: el Deca despejó, Tesuri avanzó con el balón, pasó la mitad de la cancha y definió con el arco solo.
Con esas conquistas logró un triunfazo Atlético Tucumán, que deja de ser una sensación y se convierte en un realidad, siendo puntero en el fútbol argentino con una madurez para destacar. Mientras tanto, los de Sanguinetti siguen sintiendo el cimbronazo del clásico y no levantan cabeza.