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Después de perder la final de la Libertadores con River, el plantel xeneize arribó a la Argentina y ninguno de los protagonistas hizo declaraciones con la prensa; tampoco hubo contacto con la gente y el micro se fue directo a Casa Amarilla acompañado por la Policía
Boca cerrada y frente marchita...Después de la dolorosa caída frente a River por la final de la Copa Libertadores de América 2018 en el Santiago Bernabéu de Madrid, el plantel del Xeneize regresó a Buenos Aires y desde Ezeiza a Casa Amarilla fue custodiado por un fuerte operativo policial.
Lo llamativo fue que ninguno de los protagonistas habló con los medios presentes ni en el Aeropuerto ni en el Complejo Pedro Pompilio. Algunos futbolistas decidieron esperar a sus familias y se retiraron por su cuenta; mientras que otros se subieron al micro que se fue directo a Casa Amarilla.
¿Hubo gente para recibir al plantel? Poco y nada. Aunque más nada que poco. Los hinchas de Boca claramente expresaron su desamor con el equipo de Guillermo después de haber perdido la final en el Superclásico.
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