El vínculo de Edgardo Bauza con el plantel es directo. Patón, cuenta, habla con los referentes: les consulta por algunas cuestiones futbolísticas, los escucha. Pero tiene límites: "Si me quieren imponer a un futbolista, agarro el bolsito y me voy a mi casa".
-¿Te molesta que digan que Messi llega con su combo de amigos y que vos no podés hacer nada?
-No. Porque la gente que me conoce sabe cómo me maneje en toda mi vida y quién soy. Si alguna vez un jugador o un dirigente me quieren imponer, de alguna manera, una formación o un futbolista, agarro el bolsito y me voy a mi casa.
-En el plantel que integraste en el Mundial de Italia 90, Maradona le bajó el pulgar a Ramón Díaz... ¿No es algo hasta habitual en este nivel?
-No, no. Mirá, soy un técnico que habla mucho con los referentes, porque el conocimiento que tienen ellos del equipo y de lo que pasa en un partido, son datos que a vos te sirven. Y muchas veces tomás una decisión porque los jugadores te han marcado algo y decís "mirá, lo ven así", y lo analizás desde esa perspectiva. Y ahora mismo he hablado y sigo hablando. Por eso, inclusive, digo que no hay restricciones para convocar a ningún jugador, ni (Carlos) Tevez ni (Mauro) Icardi, nada, no hay ningún tipo de restricción para ninguno, los puedo convocar en cualquier momento.
-¿Esa es la devolución que recibiste de tus charlas con los referentes sobre posibles convocados?
-Exacto. No hay ningún tipo de restricciones. Aparte, les fui derecho: "Escuchame, ¿vos tenés algún problema con éste?". Y las respuestas fueron: "No, Patón, ninguno, si lo querés convocar, convocalo, ¿qué problema hay?".
-Cuando tuviste aquella charla con Messi luego de que renunciara a la Selección, ¿en algún momento se te cruzó qué pasaba si te decía que no volvía?
-Bueno, iba a seguir hablando y tratar, no de convencerlo, pero de darle mi impresión de lo que yo entiendo como frustración. Porque lo que te lleva a tomar esas decisiones son las frustraciones. Yo dejé de jugar un día que me frustré y dije "se van todos a la concha de su madre", fui a ver al presidente y le dije "no juego más". Y no jugué más. Messi dijo eso porque se sentía frustrado. Pero lo que pasó es que en las dos horas que estuvimos charlando, me fui dando cuenta de que él estaba enganchado con la Selección. Hablaba de sus compañeros, sabía y sabe todo: cómo juega éste, aquél, quién por derecha, por izquierda... Entonces, a medida que hablábamos, me daba cuenta de que estaba enganchado. Por eso, cuando terminamos después de dos horas, porque estábamos con (Javier) Mascherano, me levanté y dije: "Bueno, mañana tengo que dar la lista, ustedes dos están adentro". Y se cagaban de risa, ¿me entendés? La charla nos llevó a eso.
-¿Qué alivio, no?
-¡Cómo! Para todos, ja, ja.
comentar