Boca Juniors ya tiene cuatro refuerzos y medio: Lucas Blondel, Lucas Janson, Edinson Cavani y Marcelo Saracchi cerrados, y Ezequiel Bullaude al caer. Pero Juan Román Riquelme pretende sumar un extremo y un defensor central, y para este último puesto volvió a figurar un viejo anhelo: Walter Kannemann.
Hace varios años que en el Xeneize gusta y mucho el zaguero zurdo de 32 años, y en varios mercados de pases han hecho el intento, aunque recibiendo la negativa por parte del futbolista de Gremio. Sin embargo, esta vez fue distinto: Independiente y San Lorenzo abrieron charlas para incorporarlo, y ante la buena predisposición del defensor, Boca también decidió activar.
A diferencia de otros mercados, Kannemann no descartaría regresar al fútbol argentino. Por eso, desde las oficinas del Consejo de Fútbol del club azul y oro levantaron el teléfono, aunque rápidamente desestimaron la opción de negociar al conocer sus pretensiones económicas.
Según trascendió, el surgido en San Lorenzo pretendería un contrato elevado, que sería superior al de, por ejemplo, Marcos Rojo, y se ubicaría entre los mejores del plantel. Números que en Boca no aceptan ni por asomo.
Por eso, en Boca continúan trabajando en alternativas para ese puesto, donde de todos modos cuentan con Nicolás Valentini, quien levantó su nivel, y el propio Rojo, que regresó luego de una seguidilla de lesiones y sumó minutos en la ida frente a Nacional de Montevideo, entrando desde el banco.
Por otro lado, la llegada de Bullaude está tomando más tiempo de lo esperado, pero no correría riesgo de caerse. Según esgrimen desde el Xeneize, es debido a cuestiones impositivas, pero el acuerdo tanto con el Feyenoord neerlandés como con el ex Godoy Cruz ya está cerrado.
El lateral izquierdo de 25 años, que llegó desde el Levante español a cambio de 1.8 millones de euros por el 70% del pase y firmó por cuatro años, tuvo su primer entrenamiento en el Xeneize este jueves por la mañana, junto a Edinson Cavani y el resto de los que no viajaron a Montevideo para jugar con Nacional. Luego, por la tarde, el uruguayo ex River fue presentado en conferencia de prensa.
"Tenía mucha ilusión de venir, cuando recibí el llamado no dudé. Con muchas ganas, energía y con ganas de estar en la cancha", dijo Saracchi, quien usará el número 26, elección que hizo delirar a los hinchas de Boca por la referencia al descenso de River, el 26 de junio de 2011. "Habían pocas disponibles, como siempre en todos lados mandan las mujeres y le gusta el 6, vamos a usar el número 26, je", explicó.
Consultado sobre si dudó debido a su pasado en el Millonario, aseguró: "No, mi pasado es mi pasado, no lo voy a negar, pero yo miro el presente y el futuro, estoy donde quiero estar y muy feliz de estar en un club tan grande".
"Vengo a sumar, a ganarme el puesto. Un jugador cuando llega a un club no tiene nada ganado ni la seguridad que va a jugar o no, en el fútbol hay que ganarse las cosas", afirmó. Y cerró: "Me motiva que Boca es un equipo demasiado grande para decir que no. La familia también, estábamos en un momento que necesitábamos esto, más que nada en lo deportivo es un buen momento para venir y estar al 100% y volver a sentirme así".