Después de la victoria de Brasil, el presidente de la Nación de ese país entró a la cancha para entregarle la Copa América a sus jugadores. En la caminata, Jair Bolsonaro recibió insultos pero igual se sacó foto con el plantel.
Apenas terminó el partido, que vivió junto al juez Sergio Moro -que envió a Lula Da Silva a la cárcel- y el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, Bolsonaro bajó al estadio Maracaná. Tras festejer los goles, entró al estadio y recibió un abucheo de todos los sectores de la cancha.
Minutos más tarde, después de entregar la Copa, Jair Bolsonaro se tiró en el campo de juego con la Copa en sus manos junto a los jugadores que salieron campeones de la Copa América
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