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Guillermo está dispuesto a meter mano en el equipo luego de la dura derrota en el Superclásico. Saldrían Peruzzi y Vergini, más las bajas de Bentancur y Centurión. No quiere perder el título ni su puesto como técnico.
Como era de esperar, las heridas que dejó el Superclásico marcaron un antes y un después en la vida del líder Boca, poniendo en duda la titularidad de varios jugadores y dejando en suspenso la continuidad del entrenador en caso de no ganar este torneo. Así de claro y contundente.
Y si bien era algo que se veía venir, lo cierto es que River, su rival histórico, potenció todos los errores y carencias que se venían manifestando en el xeneize durante los partidos anteriores, con el agregado de una derrota dolorosa que agotó la paciencia y abrió el abanico de críticas para algunos jugadores, quienes quedaron al borde del abismo.
Es más, en conferencia de prensa, el técnico dejó picando la chance de hacer cambios, en una actitud que nunca muestra, al menos en público, lo que habla a las claras de su fastidio y su decisión de meter mano en un equipo que viene cayendo notoriamente en su producción, al punto que ya está en riesgo su condición de puntero.
Los principales críticas quedaron focalizadas en la defensa, sobre todo en los dos zagueros centrales, Santiago Vergini y Juan Manuel Insaurralde, y en el lateral derecho, Gino Peruzzi, quienes dieron todo tipo de ventajas, y allí es donde habría cirugía mayor.
Los primeros indicios en ese sentido recién estarían a partir de hoy, ya que ayer el plantel gozó de jornada libre y recién hoy volverán a las prácticas, pero ya comenzaron a circular algunos fuertes trascendidos en cuanto a las variantes a implementar por el Mellizo.
Así las cosas, ante la Lepra, podría tener una nueva oportunidad Leonardo Jara en el lateral derecho, en reemplazo de Peruzzi; y como primer central volvería Fernando Tobio, quien sin explicación alguna pasó a ser suplente luego de recuperarse de una lesión.
Con estas variantes, en principio Insaurralde se mantendría como titular, pero más que nada porque Guillermo no confía tampoco en Lisandro Magallán, el cuarto central del plantel.
Los otros dos cambios serían obligados, por la ausencia de Rodrigo Bentancur, quien se marchó a la selección uruguaya para disputar el Mundial Sub-20; y por la nueva lesión de Ricardo Centurión, quien estaría desgarrado y quedaría al margen al menos por tres semanas.
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Por el uruguayo, es cantado el ingreso del colombiano Wilmar Barrios, uno de los mejor rendimiento, pero que insólitamente quedó afuera de los titulares.Y por el ex Racing hay dos candidatos: el juvenil Gonzalo Maroni u Oscar “Junior” Benítez.
Todo esto a confirmar apuntando a las seis últimas fechas, donde por ahora depende de si mismo, pero que puede variar ante el primer resultado negativo.
Y por otro lado, el propio técnico sabe, aunque no lo diga, que también está en veremos su continuidad, ya que su contrato vence el 30 de junio, y pese a que el presidente Daniel Angelici aseguró que le renovará, todo depende de que se abrace con el éxito.
No se puede permitir otro fracaso tras perder la Libertadores, la Copa Argentina y haber quedado afuera de las copas de este año, y por eso está decidido a cambiar. ¿Será así?