Nadie se olvida de su debut en la Selección Nacional. Y si no, que lo digan Matías Kranevitter, Emmanuel Mas o Angel Correa, quienes anoche tuvieron su primera experiencia en el equipo mayor, y disfrutaron de una goleada con fútbol de alto vuelo frente a Bolivia.
Kranevitter y Mas fueron titulares y los dos cumplieron con actuaciones por demás decorosas. La prueba más exigente fue para el mediocampista de River, quien en la formación alternativa que presentó el Tata Martino, debió hacerse cargo de un sector del campo que es propiedad privada de Mascherano, el patrón de estancia de la Selección. Pero a Kranevitter no le tembló el pulso (ni las piernas) para mostrar toda su personalidad y categoría. Con enorme presencia, mucha movilidad y un tranco que le permitió imponerse, dejó en claro que completó satisfactoriamente todos los formularios como para ponerse al frente de la camada de sangre joven de cara a la renovación.
Mas, por su parte, no tuvo un rol protagónico, pero con sus intervenciones también realizó un aporte interesante que le vino bien al entrenador para confirmar que tiene ofertas de valor para hacer frente a futuras necesidades.
Lo mismo se puede decir de las otras caras que no debutaron pero no tienen muchas horas de vuelo con la casaca nacional, tales los casos de Ramiro Funes Mori, Gonzalo Rodríguez, Nicolás Gaitán y hasta Milton Casco, quien integró el plantel de la Copa América pero sin un solo minuto en escena.
Ya sobre el final, con el 6-0 en la chapa y la fiesta en su etapa final, Angel Correa tuvo su gran bautismo; entró para jugar los últimos minutos, casi como para cumplir con la estadística; sin embargo, el ex San Lorenzo se dio el gusto de rubricar la goleada con una fantástica definición tras un gran pase de Kranevitter. Ninguno se va a olvidar cómo fue la primera vez.
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