Corre, Driussi, corre: así se prepara para llegar al 18

Los trabajos del Cabezón a un costado de la cancha duraron casi una hora. Hubo piques cortos, pasadas largas con tiempos, frenos y contra frenos, amagos, gambetas a conos y mucho apoyo de algunos integrantes de los preparadores físicos y de la gente del cuerpo médico. “Dale, dale, así, metele”, fueron las frases que Driussi escuchó mientras miraba su reloj para medir los tiempos de cada uno de los trabajos.

Hasta que apareció Gallardo para saludar a todos los que estaban en esa zona del campo de juego y para detenerse en unos minutos cerca de Driussi, quien hacía una pausa en el trabajo. Hablaron, se saludaron y el Muñeco, con la buena cara de verlo trabajando a ese ritmo, se fue con el resto de los jugadores para seguir con el entrenamiento del plantel.

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Luego de irse llorando de la cancha en el último partido, Driussi supuso que era algo grave. Incluso al día siguiente, después de los estudios y como seguía con dolor, imaginó que era un desgarro. Los resultados fueron mejores de lo esperado y se notó en la rutina que le dieron para esta semana, y que desembocará la semana que viene en algunos trabajos con pelota si es que la evolución sigue por el mismo camino.

El resto de los trabajos del equipo fueron con Gallardo a la cabeza y con todos los jugadores haciendo rutinas con pelota de circulación, de pase, de controles y de definición en grupos según las posiciones en el campo de juego. Esta tónica seguirá al menos hasta el regreso de los jugadores de la Selección para la semana que viene, cuando el Muñeco defina el equipo para jugar ante Racing. Si se recupera Driussi y llegan bien Maidana, Nacho y Alario, volvería a jugar el 11 ideal.

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