Pero que viva el fútbol, De… ah no, pará. Nicolás De La Cruz tenía en sus píes, de penal, la posibilidad de ampliar el marcador en el Monumental ante Lanús. En frente tenía a Agustín Rossi, un arquero con pasado en Boca y con una picante relación con el conjunto de Nuñez. Sin embargo, todo salió mal. El jugador quiso definir de forma exótica y terminó haciendo un papelón. Igual, por suerte para él y su equipo, el partido, que ya estaba ganando River por 2 a 0, culminó con triunfo por tres goles ante el Granate.
River mostró su mejor cara y aplastó a un pobre Lanús
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