Se moría el partido en el Bajo Flores. San Lorenzo y Godoy Cruz igualaban 2 a 2, hasta que llegó la puesta en escena del árbitro Andrés Merlos, quien cobró un penal inexistente que derivó en el agónico triunfo del local.
Gianluca Ferrari cayó dentro del área, aparentemente tocado por Tomás Cardona. La falta no existió, aunque el referí opinó lo contrario. Nadie lo podía creer. Ni siquiera Ferrari, el receptor de la supuesta infracción, quien lanzó una sonrisa muy sugestiva segundos después de la sanción del penal.
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