Por cuestiones de salud, Diego Maradona decidió no continuar como entrenador de Dorados de Sinaloa y encendió las alarmas. Rápidamente se conoció que el “Diez” debía practicarse distintas operaciones que tenía pendientes en su rodilla derecha y su hombro izquierdo, pero ninguna representaba gravedad. Sin embargo, un rumor generó preocupación: la posibilidad que el mejor jugador de la historia tuviera un “principio de Alzheimer”. Una versión que ya ha sido desmentida por su abogado, Matías Morla.
Ahora, erradicando por completo la posibilidad de una enfermedad neurodegenerativa, se filtró el diagnóstico oficial que explica los motivos del tratamiento que afronta el Pelusa. Y, tal como se venía especulando desde hace algunas semanas, se trata de un trastorno de ansiedad que le impide conciliar el sueño de manera profunda por un periodo superior a las dos horas.
“El problema data de varios años de evaluación, siendo necesario realizar con frecuencia anual estudios neurológicos exhaustos, como resonancia magnética, electroencefalograma y test neurocognitivo, siendo hasta la fecha NORMALES (así, en mayúsculas). Actualmente se encuentra en mejoría sintomática”, escribió el doctor Leopoldo Luque, matrícula N° 160583.
Según el entorno de Maradona, su intención es recuperarse cuanto antes para volver a trabajar. De hecho, volver a dirigir es su prioridad y esa actividad es fundamental para seguir motivado y preocupado en ocuparse de su salud.
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