Iván Pillud (6) supo colaborar tanto en defensa como en ataque. Fue una buena opción que tuvo la Academia para abrir la cancha e intentar lastimar desde un costado.
Luciano Lollo (7) de taco marcó su gol para comenzar a hacer soñar al equipo de Avellaneda. En las pelotas paradas siempre fue una carta fuerte del conjunto de Cocca. Cuando tuvo que rechazar siempre jugó simple.
Yonathan Cabral (6) impuso su presencia con varias entradas fuertes. Debido a sus infracciones Táchira arrimó el bochín mediante pelotas paradas.
Germán Voboril (6) brindó facilidades al comienzo, hasta que hizo pie. Le cometió una falta a José Meza dentro del área que fue penal, pero Rojas lo mandó a las nubes.
Marcos Acuña (7) lo cambiaron de nuevo de posición después de la floja actuación contra Central. Por la derecha brindó un poco más de proyección y él puso el primer ladrillo para que se geste el segundo gol racinguista.
Ezequiel Videla (6) hizo el trabajo sucio. Mediante constantes barridas entorpeció los intentos de arremetida de Táchira.Luciano Aued (6) intentó jugar simple. A un toque, el volante tuvo la mayoría del tiempo la cancha en la cabeza y jugó de memoria.
Washington Camacho (7) su empuje mareó al mediocampo rival que no lo contuvo.