La grave lesión que sufrió Fernando Gago será tema central y preocupante en Boca por lo menos hasta que el único líder de la Superliga salga a jugar el próximo fin de semana contra Patronato en Paraná.
Por lo pronto, se renuevan las muestras de apoyo y deseos de pronta recuperación para el volante central que se lesionó el jueves pasado a los pocos minutos de ingresar en la Selección Argentina durante el partido ante Perú. Lo que se descarta, por si alguien pensó que Gago lo pensó, es un posible abandono de la actividad por parte del volante.
Fernando Gago se rompió los ligamentos de la rodilla derecha y luego de que sea operado por el médico del club, Jorge Batista, se tendrá una idea más precisa sobre el tiempo de inactividad, aunque hay que hablar de siete u ocho meses. Un golpe tremendo para Boca, tanto por lo que representa su baja futbolísticamente como por el impacto anímico que significa para todo el grupo tener un compañero que sufre una lesión así.
Guillermo Barros Schelotto, el técnico de Boca, estuvo el jueves pasado viendo el partido de la Selección Argentina en La Bombonera y ni bien observó la jugada se dio cuenta de que lo de Fernando Gago era lo que fue.
“Me imaginé que era algo grave porque hizo como lo había hecho la vez pasada cuando se lastimó el tendón de Aquiles”, dijo el Melli, pero enseguida aclaró: “Lo vi bastante bien de ánimo, aunque lógicamente dolorido. Pero Fernando tiene una fortaleza especial, ya se ha recuperado dos veces de lesiones en el tendón”.
Guillermo Barros Schelotto ya empieza a pensar lógicamente en la posibilidad de un refuerzo para el puesto de Gago pero recién para luego del receso de diciembre de la Superliga. Hasta ese momento, el Mellizo sabe que tiene un plantel amplio y con variantes como para compensar la baja. El uruguayo Nández y el juvenil Chicco son dos futbolistas altamente considerados para cumplir la función. Incluso Guillermo hasta piensa en retrasar al colombiano Edwin Cardona.
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