Fútbol
Es el duelo de barrio que mejor representa al fútbol de la Ciudad de Buenos Aires. Quemeros y cuervos volcerán a verse las caras el próximo sábado y acá te dejamos los números y las historias que no te podés perder
El enfrentamiento entre Huracán y San Lorenzo es como se dice el clásico más porteño del fútbol argentino. Es que ambos tienen un sentido de pertenencia muy grande en las barriadas que los vieron crecer, en el amanecer del siglo pasado. Fueron fundados en 1908 (el Ciclón el 1º de abril, con la bendición del padre Lorenzo Massa y el Globo el 1º de noviembre, bajo la tutela de Jorge Newbery) y justamente la rivalidad tradicional se dio desde el principio mismo de aquellos tiempos fundacionales del fútbol argentino en los cuales las barras de pibes de cada barrio soñaba con constituir su propio club, debido a la cercanía que siempre tuvieron sus canchas.
El Globo, que tuvo su génesis en el barrio de Nueva Pompeya, y antes de asentarse definitivamente en Parque Patricios, se estableció en Avenida Chiclana y Aragón es decir a muy pocas cuadras de avenida La Plata al 1700 donde entre 1916 y 1979 el CASLA tuvo su emblemático estadio conocido como el Gasómetro, hasta que por cuestiones políticas debió cerrar sus puertas en plena dictadura militar y trasladarse con su estadio al Bajo Flores. Pero, más allá de esas mudanzas, las influencias barriales siempre estuvieron y siguen estando presentes.
El partido que dio origen a este clásico se disputó el 24 de octubre de 1915, en cancha de Ferrocarril Oeste, con triunfo de San Lorenzo por 3 a 1 con goles de Alberto Coll, Mariano Perazzo y el restante de Francisco Xarau. El tanto de Huracán lo convirtió José Laguna, que había puesto en ventaja a su equipo que luego se quedó con dos jugadores menos por las expulsiones de Caldera y Palacios. Desde ahí, los azulgrana tomaron ventaja en el historial de aquellos tiempos románticos del amateurismo, ya que por esos años jugaron 7 partidos, con 5 victorias del Ciclón, 2 empates.
Luego, durante la era profesional, se mantuvo la tendencia hasta transformarse en el clásico más desparejo de nuestro fútbol. Hasta el momento, se disputaron 155 clásicos de los cuales 74 terminaron con triunfos cuervos, 41 con victorias quemeras y 40 finalizaron empatados. Es decir que la diferencia en favor de San Lorenzo asciende a 33 partidos. En total, los de Boedo metieron 291 goles y los de Parque Patricios 201. Mientras que el partido con más gritos de gol fue en 1959, cuando los azulgranas se despacharon con un 6 a 3.
Luego, durante la era profesional, se mantuvo la tendencia hasta transformarse en el clásico más desparejo de nuestro fútbol. Hasta el momento, se disputaron 155 clásicos de los cuales 74 terminaron con triunfos cuervos, 41 con victorias quemeras y 40 finalizaron empatados. Es decir que la diferencia en favor de San Lorenzo asciende a 33 partidos. En total, los de Boedo metieron 291 goles y los de Parque Patricios 201. Mientras que el partido con más gritos de gol fue en 1959, cuando los azulgranas se despacharon con un 6 a 3.
En cuanto a serie de victorias, San Lorenzo ostenta la mejor del historial con 9, entre 1957 y 1961. Mientras que Huracán exhibe su marca en una misma temporada, dado que en 1976 ganó los 5 partidos que disputaron. Además, el máximo artillero del viejo clásico es José Sanfilippo, con 16 tantos anotados. A partir de la década de los '80 la rivalidad de santos y quemeros adentro de la cancha entró en un terreno de discontinuidad a causa de los descensos sufridos por partida doble. En 1981 le tocó bajar a San Lorenzo y posteriormente a Huracán en 1986, 1999, 2003, 2011.
El partido del sábado, que revivirá está historia una vez más, se disputará en el estadio Tomás Adolfo Ducó en el cual la última vez que se vieron las caras -en el Apertura 2010- el que se retiró festejando fue Huracán con un rotundo 3 a 0 gracias a Carlos Quintana, Facundo Quiroga y Diego Rodríguez, de penal. Mientras que el último partido de este particular historial, jugado en el Nuevo Gasómetro por la 5ta. fecha del actual certamen, terminó a favor de San Lorenzo por 3 a 1. Patricio Toranzo había puesto en ventaja al Globo pero el Pipi Romagnoli, Matías Caruzzo y Mauro Matos revirtieron el resultado para el dueño de casa.
Pero al margen de números, estadísticas y resultados, de ocasionales alegrías y tristezas la pasión bien entendida nunca se agotó en las tribunas porque los hinchas de las dos entidades más porteñas se encargaron de mantenerla viva. Y, seguramente, seguirá siendo siempre así.
Te puede interesar:
las más leídas