El FIFA-gate sigue salpicando al fútbol argentino. Anteriormente habían caído los empresarios Alejandro Burzaco (cumple arresto domiciliario en Estados Unidos) y Hugo y Mariano Jinkis (quienes están en el país excarcelados, esperando el juicio de extradición a los Estados Unidos). Ayer, en una conferencia de prensa brindada en Washington por la fiscal general Loretta Lynch, también quedaron pegados en la causa, José Luis Meiszner y Eduardo Deluca, quienes tienen pedida la captura internacional. A estas personas, en la jornada de ayer, se agregaron otros catorce nombres, entre los cuales, dos ya fueron apresados: Juan Angel Napout y Alfredo Hawit.
Deluca fue Secretario General de la CONMEBOL hasta 2011, cuando renunció por problemas de salud. Su reemplazante en el cargo, fue justamente Meiszner, quien también dio un paso al costado. En este caso fue más reciente, la semana pasada. Ayer, los apellidos de ambos fueron dados a conocer por Lynch, por el caso de corrupción que envuelve a la entidad madre del fútbol mundial.
A la fiscal Lynch no le tembló el pulso y fue clara en su intento por evidenciar todo lo que se hizo mal en FIFA. "Nadie podrá esconderse ni escaparse. Las nuevas detenciones destacan los esquemas de corrupción que involucran principalmente a los funcionarios de fútbol de Centroamérica y Sudamérica y a empresas de marketing deportivo con sede en Sudamérica y los Estados Unidos. La corrupción implica pagos relacionados con los torneos que ya se han jugado, así como partidos programados en la próxima década. Desde 1991, dos generaciones de dirigentes del fútbol conspiraron para solicitar y recibir más de 200 billones de dólares", dijo Lynch.
De esta manera, se esperan aún más cabezas que rueden. En este momento, tanto Meiszner como Deluca son fugitivos de la Justicia estadounidense y, en caso de que se presenten, podrían ser extraditados al país del norte. Lo cierto es que ambos eran muy cercanos a Grondona, que hubiese corrido la misma suerte que ellos.
El "Co-Conspirador #1"
Un informe de la Justicia de Estados Unidos, ubicó a Grondona como el "Co-Conspirador #1" en las causas de corrupción que envuelven a la FIFA, sin nombrarlo, pero sin poner mucho énfasis en que no se den cuenta que están hablando de él. "Como pasó con el acusado Jack Warner, los acusados Nicolás Leoz y Ricardo Teixeira, junto con el Co-Conspirador #1, utilizaron su poder e influencia para enriquecerse ilegalmente. El Co-Conspirador #1, tuvo un alto rango en AFA, FIFA y CONMEBOL y fue presidente de AFA desde 1979 hasta su muerte en 2014", expresa el informe.