Los simpatizantes armaron una hilera de material pirotécnico para recibir al equipo y los efectivos se lo arrojaron a la fosa, lo cual dio inicio a los disturbios.
El clima festivo que se había adueñado del Cilindro de Avellaneda se vio alterado antes del clásico por incidentes entre los hinchas de Racing y la Policía.
Sucedió que un grupo de simpatizantes locales había preparado una hilera con bombas de estruendo y de humo para recibir al equipo. Sin embargo, apareció la Policía y arrojó todo el material protécnico a la fosa para impedir su uso.
El accionar de los efectivos desató la furia entre los hinchas de Racing y se originaron disturbios unos 20 minutos antes del encuentro.
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