En la previa del partido entre Independiente y Tigre, la Policía detuvo a barras del equipo de Avellaneda en un operativo de prevención después que varias facciones amenazaran con encontrarse y dirimir la pelea por la tribuna en las adyacencias del estadio del club conducido actualmente por los Moyano.
Entre los arrestados este sábado en el operativo realizado por la Policía se encontraba Loquillo, uno de los líderes de una facción que pelea por el dominio de la tribuna y sus negocios. Hubo más de cien detenidos.
Según informaron fuentes del operativo, el choque se produjo cuando los barras intentaron entrar a la cabecera sur del Libertadores de América sin entradas y forzando los molinetes.
Allí intervinieron efectivos de la policía bonaerense con disparos de balas de goma y forcejeos con los hinchas, varios de los cuales fueron detenidos aseguraron las mismas fuentes.
Bebote Álvarez, líder de otra de las bandas, había anunciado en las últimas horas que intentaría recuperar el liderazgo de la barra con un violento mensaje. Ante esa amenaza, Loquillo habría intentado reforzarse con un grupo denominado "Los Paraguayos".
La Policía los detuvo camino a la cancha y sigue atenta en las inmediaciones del Libertadores de América-Ricardo Bochini por si hay otro intento violento, esta vez de la facción de Álvarez.
Pero la cosa no terminó ahí. Tras el encuentro la barra de Bebote, conocida como Los Diablos Rojos, esperó a la de Juani, que había estado presente en las tribunas. Y a la salida trascendió que hubo enfrentamientos, e incluso se escucharon varios disparos de armas de fuego.
Este enfrentamiento, en el que también las fuerzas de seguridad debieron apelar a disparos con balas de goma, obligó a cerrar las puertas del estadio y a demorar la salida tanto del micro con el plantel rojo como de varios trabajadores de prensa.