Isaías Olariaga, el defensor de San Miguel que sufrió una fractura en el cráneo tras un choque de cabezas que le demandó una intervención quirúrgica, fue dado de alta en las últimas horas y anunció que va “a volver a jugar al fútbol”.
Menos de una semana después del accidente en la final del Reducido de la Primera C contra Defensores Unidos de Zárate, Olariaga dejó el sanatorio Finochietto el jueves a última hora y ya descansa en su casa, acompañado por su padre Víctor, su madre Teresa y sus cinco hermanos.
Olariaga sufrió una fractura en el hueso parietal con hundimiento de cráneo, por lo que debió ser operado el domingo por la tarde. “El lunes tengo que ir al neurocirujano par que me saquen la venda. Me tengo que cuidar mucho. Me dijeron que debo usar un casco de bicicleta, porque tengo el cráneo al descubierto”, explicó.
En ese sentido, adelantó que “en 30 o 40 días” volverá a ser intervenido quirúrgicamente para que se le coloque una placa que cubrirá toda la zona afectada. “Después esperaré el alta. Voy a volver a jugar al fútbol”, afirmó.
Olariaga señaló que "cuando caí, enseguida estuve consciente, pero no podía corregir el cuerpo, la pierna derecha se me movía y no podía hablarles ni a mi mamá ni a una de mis hermanas. No entendía qué hacían ellas en el campo de juego”, recordó. Y agregó: “Es más, mientras iba en la ambulancia pensé: ¡Ahora vuelvo a entrar! La verdad fue un susto".
Olariaga chocó su cabeza contra la de Javier Velázquez, a los 12 del primer tiempo del encuentro que finalizó 0-0 por la Ida de la final, y quedó tendido en el suelo donde tuvo convulsiones.
Como la ambulancia tardó seis minutos en ingresar al campo de juego, el árbitro Yael Falcón Pérez lo asistió hasta que llegaron los médicos, que lo trasladaron junto a un dirigente de San Miguel al Argerich. “Le agradezco lo que hizo. Me salvó la vida. Quedamos en juntarnos a comer”, reveló sobre la acción del referí.