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En su visita al país, el titular de la entidad rectora del fútbol Sudamericano le restó importancia al reclamo de las autoridades de Primera División
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, desoyó el reclamo de la Superliga que solicitó evitar la final de la Libertadores en el medio de la programación habitual del torneo local. La carta que salió de la sede Puerto Madero con destino Asunción, no fue contestada y finalmente el Superclásico que definirá la Copa desarticuló los compromisos de domésticos de Boca y River.
De todos modos, al ser requerido por POPULAR, el dirigente se refirió al tema y aunque evitó la polémica, le restó importancia a la preocupación de la entidad que administra la Primera División.
“La verdad respeto a la Superliga. Sin embargo es su atribución buscar las mejores fechas para el calendario de la Conmebol, que privilegia sus competencias”, indicó Domínguez. El dirigente paraguayo salió del paso y dejó en evidencia la idea de que las fechas y horarios dispuestas por la entidad Sudamericana vuelven satélites al resto de las competencias de la región.
Si bien la Superliga hizo expreso el reclamo, tanto Boca como River manifestaron públicamente su disconformidad con el día y el horario del partido dispuesto para la final. “No me lo han manifestado ninguno de los dos. No recibí ninguna información al respecto”, aseguró.
Todavía molesto por la exposición pública que el presidente de River, Rodolfo D’onofrio, le dio al tema de la prohibición de concurrencia al estadio de Marcelo Gallardo, Dominguez intentó minimizar el asunto y admitió que Conmebol no velará por el cumplimiento de la medida disciplinaria.
“Con el hecho de haber comunicado a la persona y al club, ya sabrán que hacer. Las reglas están para cumplirse y las sanciones también”, cerró el dirigente.
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