La emoción del Muñeco en el festejo de los jugadores

La postal que reflejó el partido aparte que jugó el entrenador se vio una vez finalizado el juego, cuando se lo observó emocionado mientras miraba detenidamente el festejo de los jugadores con el ferviente aliento de fondo.

El Muñeco se quedó en el banco mientras los futbolistas festejaban abrazados en el círculo de la mitad de la cancha y los hinchas hacían retumbar el Monumental luego de un año y medio.

Con los ojos llenos de lágrimas, Gallardo no pudo disimular las sensaciones de un partido lleno de condimentos. Es que el equipo atravesó muchas adversidades durante la pandemia, necesitó de la gente y hoy pudo darle una alegría a los casi 50 mil fanáticos que coparon el Estadio.

Quizá, la emoción también llegue desde otro aspecto. El DT podría haber dirigido su último Superclásico, ya que no está nada dicho con respecto a su futuro después de diciembre: ¿Habrá sido la última vez?

Más de 36 mil hinchas coparon el Estadio Monumental en el regreso del público y las ovaciones atragantadas durante un año y medio no tardaron en llegar. Uno de los primeros, en el ingreso de los jugadores, fue Enzo Pérez, que se tocó el escudo y saludó a la gente. Luego, fue el turno de Leonardo Ponzio. Pero en medio del partido, el estadio entero cantó por Marcelo Gallardo.

El futuro del entrenador es incierto después de diciembre y los fanáticos riverplatenses se encargaron de mimarlo para convencerlo de que se quede cuando finalice su contrato con un cántico especial. Desde los cuatro costados se cantó: "olelé, olalá, Gallardo es de River, de River no se va". Inmediatamente, el Muñeco agradeció, y continuó la ovación tradicional: "Muñeco, Muñeco".

Un detalle no menor de Marcelo Gallardo en el Superclásico fue su vestimenta. El Muñeco utilizó una corbata con los colores de River en el medio, similar a la que vestía Ángel Amadeo Labruna, el máximo ídolo de River.

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