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El Superclásico venía con mucha fibra, pero sin llegadas claras sobre los arcos. Hasta que a los 21 irrumpió la primera gran polémica de la noche: el gol anulado a Eduardo Salvio.
Corrían 21 minutos y la jugada nació de un tiro libre que cayó llovido sobre el área de River, la pelota rebotó en la mano de Emmanuel Mas y le quedó servida a Salvio, quien la mandó a la red con un remate mordido de zurda.
Los jugadores y la gente de Boca comenzaron los festejos, pero Sampaio no dudó y anuló la jugada. Y ni siquiera apeló al VAR.