Locura y pasión para un nuevo clásico de verano

Con entradas agotadas desde hace varios días el Malvinas se mostró a pleno y toda la provincia vivió una verdadera fiesta, que pintaron el estadio de amarillo y azul a un lado y de rojo y blanco al otro. Con los gritos de siempre, con las broncas de siempre y con los festejos que nunca se agotan.

La mala nota la dio la agresión que sufrió el micro de River al ingresar al estadio. El operativo lo hizo entrar por una zona donde había hinchas de Boca quienes le arrojaron un piedras.

"Si no aceleraba, era un desastre", dijo el chofer del micro. En tanto que el vicepresidente de River dijo que "por suerte las agresiones al micro no pasaron a mayores. Es lamentable que sigan pasando estas cosas".

Unas de las piedras rompió un vidrio y le provocó un corte al Chino Luna que no fue nada grave pero puso muchos nervios a la llegada del plantel Millonario al estadio.

Luego a la hora del partido, cuando la pelota empezó a rodar, los colores, la música y el fanatismo de cada lado envolvió el partido y bailó al ritmo de un nuevo superclásico que como siempre fue una fiesta.

Lo cierto es que desde muy temprano, las puertas del estadio se abrieron a las 18 y la organización se encargó de hacer saber las ventajas de llegar con mucho tiempo de anticipación, la multitud fue copando las tribunas y esto hizo que hasta la previa, de cuatro horas, tenga una intensidad increíble de punta a punta.

Se sabe que desde que se diagramó este mega operativo que incluyó la participación de mil quinientos efectivos de la policía mendocina la mayor preocupación pasaba por la interna de la barra de Boca.

Y en este punto los que anoche estuvieron en la tribuna xeneize, así como en Mar del Plata fue el turno del grupo identificado con Rafael Di Zeo, fueron los fieles seguidores de Mauro Martín, hoy detenido acusado de participar en un homicidio de un vecino, y Maximiliano Mazzaro, prófugo por la misma causa.

Este grupo se adelantó, usó la misma estrategia que sus enemigos, y el lunes casi entrada la noche ingresaron, en tres micros y varios autos, a la provincia a través del paso de Desaguadero.

Inmediatamente y bajo la tutela de Luis 'Loco' Arrieta y Cristian 'Fido' Debaus que no estaban incluidos en la lista de los 76 nombres que corrían con el derecho de admisión y prohibición, acamparon en el Parque San Martín, detrás de la tribuna sur que fue la destinada para la parcialidad xeneize, como para marcar terreno y no encontrarse con ninguna sorpresa.

Claro que, ya con su presencia anticipada, la seguridad de la provincia anunció que no iba a permitir el paso del otro grupo para descomprimir cualquier foco de incidentes.

Del otro lado, en el frente millonario, unos mil hinchas llegaron desde Buenos Aires, ingresaron por el límite con San Juan. La peña local David Trezeguet fue la que armó toda la movida millonaria haciendo gala de que Mendoza es sinónimo de River, tal como dijo Ramón Díaz en su última conferencia de prensa.

Volviendo al operativo supervisado paso a paso por el Ministro de Seguridad provincial, Carlos Aranda, no se dejó ningún detalle librado al azar. Además de los mencionados puntos de ingreso a la provincia, Desaguadero, Jocolí y Uspallata, se tomaron todo tipo de precauciones en el centro de la ciudad, sobre todo en la zona de los hoteles donde se alojaron los planteles, separados apenas por dos cuadras, y el Parque San Martín. Hubo un estricto control de alcoholemia y también el cacheo resultó muy minucioso.