El movimiento del mercado de pases en la Argentina deja en claro que los dirigentes no miran los DNI a la hora de incorporar jugadores. Javier Mascherano, Daniel Osvaldo, Marco Ruben, Alejandro Donatti, Gabriel Hauche y Fernando Belluschi, son los +33 que buscaron darle un salto de calidad a las plantillas del fútbol argentino.
Los años son un detalle. O al menos así lo consideran los entrenadores que apuestan a futbolistas de extensas trayectorias para reforzar sus planteles, en un contexto complejo por la situación económica del país, que derivó en que los clubes deban modificar su política salarial, en torno a la fluctuación del dólar.
Hauche renovó con Argentinos, ¿y vuelve a Racing?
El fantasma de la edad volvió a hacerse presente en el comentario de los hinchas, que miran con cierto resquemor que sus instituciones inviertan tantos pesos en hacerse de jugadores que no tendrán un fuerte valor de reventa. El tiempo y el correr de los partidos tendrá la última palabra, pero está claro que de entrada parecen apuestas de riesgo. También, claro, la posición que ocupan en la cancha tiene mucho que ver y puede ser determinante a la hora de sus rendimientos. No es lo mismo un arquero que un volante que tiene que hacer un gran recorrido. O un jugador que es delantero y al pasar los treinta largos ya no tiene la velocidad de sus años mozos.
Javier Mascherano dejó el poco competitivo fútbol de China para incorporarse con 35 años a Estudiantes de La Plata. El delantero Marco Ruben retornó a Rosario Central tras su préstamo en el Athletico Paranaense a los 33 años. La misma edad que tiene el zaguero Alejandro Donatti, que luego de salir dos veces campeón con Racing fue incorporado por San Lorenzo. Más arriesgada parece la apuesta de Banfield por Daniel Osvaldo, que tiene 33 años pero lleva tres años alejado del fútbol profesional. Y la de Lanús, que incorporó al volante Fernando Belluschi con 36 años y viene de un año donde no tuvo mucha acción en el Ciclón. Racing, que ya tiene “viejitos” como Licha López y Cvitanich, apuesta a otro delantero de mucho recorrido como Habriel Hauche (33 años).
“Viejos son los trapos”, dice el refrán y bien que puede aplicarse a estos casos del fútbol. Javier Pinola y Enzo Ponzio, con 36 y 37 años respectivamente, son parte del alma del Millonario que sigue aspirando a pelear en todos los frentes, Carlos Tévez con 35 comenzó una nueva pretemporada con el Xeneize en busca de una nueva celebración, Licha López y Dario Cvtanich, de 36 y 35, corren con ventaja para ser la dupla titular en el ciclo de Sebastián Beccacece en La Academia, Maximiliano Rodríguez con 39 enfilará un semestre en Newell’s que busca alejarse del descenso y por último, José Sand, con 39, el goleador incansable del Granate, no afloja.
Pero estas dudas, también se repiten en el exterior. Por su parte, el Milan de Italia apostó por un viejo conocido: Zlatan Ibrahimovich retornó a sus 38 para concluir su carrera en la elite europea. Incluso Juventus, el multicampeón de Italia confió en Gianluigi Buffón (41) para proteger sus tres palos. En Inglaterra, la mayoría de los que superan los 35 años son arqueros. En Brasil, la situación es diferente: en el Brasileirao participan más de 60 jugadores que superan los 34 años.
Cuando experiencia y calidad van de la mano, lo que marque el DNI no es impedimento para que un futbolista se convierte en la figurita buscada del mercado de pases