Era un partido especial para el equipo culé. En medio de una semana convulsionada por el cruce mediático entre Lionel Messi y Eric Abidal, su ex compañero y actual secretario técnico del club, los jugadores debían hablar en la cancha. Pero el Barcelona no encontró el bálsamo deseado ante el Athletic Bilbao y quedó eliminado de la Copa del Rey. Sin dudas, un revés inesperado.
El equipo vasco entendió cómo frenar el potencial de su rival: todos corrieron, todos presionaron. Con un Leo decidido a demostrar su compromiso con la camiseta, los culés aceptaron el reto físico y mantuvieron un juego intenso durante los 90 minutos. Buscaron, y buscaron, entre camisetas rojiblancas, pero no encontraron la forma de vencer al aquero Unai Simón.
Pese a doblegar esfuerzos, la falta de puntería terminó por jugarle una mala pasada a los azulgranas. Cuando se agotaba el tiempo, en el minuto 93, un gol de Iñaki Williams sentenció la eliminatoria concediéndole al Athletic Bilbao la clasificación a semifinales.
Previamente, el Barça había disfrutado dos ocasiones en los pies de Antoine Griezmann y el rosarino, en los minutos 70 y 86, que fueron ambas neutralizadas por un Simón decisivo.
Como había sucedido minutos antes en el duelo por la misma competencia entre Real Madrid y la Real Sociedad (3-4), el candidato terminó cayendo. Sorprendentemente, esta temporada, los grandes no se copan.
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