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Con gol de Javier Rossi, el Gallo le ganó a Olimpo de Bahía Blanca 1-0. Ahora el equipo del oeste enfrentará a River en las semifinales del torneo.
N se achica para nada. Deportivo Morón dejó en claro que está tomándole el gustito al hecho de ser el verdugo de los equipos de Primera División en la actual Copa Argentina.
Ya le mostró el camino de salida a Patronato, San Lorenzo, Unión y ayer en cancha de Lanús ante un Olimpo que no dio en la talla, y tuvo el debut en el banco del entrenador Rubén Forestello, un grosero error del arquero bahiense Adrián Gabbarini fue la clave que desencadenó en el cabezazo de gol del experimentado delantero del Gallito, Javier Rossi. La mínima diferencia bastó para que los dirigidos por Walter Otta saquen el histórico pasaje a semis ante River, a disputarse el 11 o el 12 de noviembre en Mendoza.
El fútbol en la cancha de Lanús tuvo en síndrome del avestruz. Escondiendo la cabeza, las buenas jugadas brillaron por su ausencia. Lo que comenzó siendo un medido juego en donde se respetó al rival, dado que cualquier error podría significar poner automáticamente la colina cuesta arriba, terminó generando un gran bostezo.
El podio de las situaciones del primer acto no fue difícil de elegir, porque sólo hubo eso, tres chances.
Primero Olimpo, antes del primer cuarto de hora, mediante Villarruel arrimó con un preciso pase bombeado sobre la defensa rival pero Tellechea tomó la pelota dentro del área y su definición pasó por arriba del travesaño. Minutos más tardes, tras un flojo despeje del fondo, quien se sacó las ganas de disparar fue Pataleone aunque el remate pasó cerca del palo izquierdo de Salva. Por último mediante un tiro libre de Rodrigo Díaz, del Gallito, inquietó el área de Gabbarini, quien rechazó con sus puños.
En el complemento los guantes le jugaron una mala pasada al uno del conjunto bahiense. A los nueve se dio un tiro libre de similar distancia al del Rengo Díaz en la primera etapa pero, en esta ocasión, los botines de Emmanuel Giménez ejecutaron un disparo que nuevamente obligó a un rechazo con los puños cerrados de Adrián Gabbarini. La pelota, viva, puso suspenso hasta que bajó y, rodeado de camisetas de ascenso, Gabbarini cayó. Así el cabezazo de gol del veterano delantero Rossi fue pan comido.
Luego de eso Olimpo se desesperó, demostró tener pocas ideas y Morón se cerró tan bien atrás que logró sellar el pase a semis contra River.