Se le fue la mano, o más bien el pie. Este domingo, en el partido entre el Everton y el Tottenham por la Premier League, el jugador de los Spurs, Son Heung-min, le propinó una tremenda patada a su par de los Blues, André Gomes, que terminó con una gravísima lesión en un tobillo. El jugador surcoreano se fue expulsado y llorando del estadio, al igual que su par portugués, que estará varios meses fuera de las canchas.
A tal punto fue la gravedad del asunto que la televisión inglesa no mostró la repetición de la jugada y Aurier, un compañero del extremo asiático, se puso a rezar. Juzgalo vos mismo y vos misma.
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