Aunque a principio de año pujaba por la titularidad con Oscar Romero, Acuña se convirtió en una pieza clave en el equipo dirigido por Ricardo Zielinski. Volcado a la izquierda, es un todoterreno: a sus pulmones infatigables, le agregó precisión para dar el último pase y goles. El ex Ferro es, junto a Nacho Scocco, uno de los máximos goleadores del certamen con cuatro tantos y es, también, el jugador que más asistencias dio en el campeonato.
Acuña convierte de distintas maneras. Contra Vélez, en el primer tanto, entró al vacío y definió cruzado, y en el segundo gol gambeteó de derecha a izquierda, remató, agarró el rebote y definió con una sutileza. O como ante San Martín de San Juan, cuando irrumpió por el centro del área y punteó la pelota al costado. Además, maneja la pelota parada con una precisión de químico. Frente a Talleres, un centro venenoso terminó en el arco; en el partido con Defensa y Justicia, encontró la cabeza de Sergio Vittor para convertir el único grito de ese encuentro. Pero la mayor sutileza la soltó en la visita a Liniers. Ahí, condujo por el centro y asistió por arriba a Lisandro López.
"Está pasando un gran momento y lo estamos observando. Puede ser convocado. Lo veo jugar por afuera, tiene mucha dinámica", avisó Bauza, el miércoles, en la presentación de su libro. Acuña le sumó a su juego remates al arco: hace 2.8 por partido, y es el 15° de todos los hombres del torneo local, según datos de WyScout, una aplicación de bigdata utilizada por los equipos más importantes del mundo para estudiar rivales y partidos. Además, tiró 13 centros a lo largo del torneo (20° en ese ítem), todos desde el sector izquierdo. De esos, 4 fueron al área: es el segundo futbolista que mete balones al área.
Acuña aparece como una opción para reemplazar a Ángel Di María, cuyo nivel está debajo de su media. Otra variante es Nicolás Gaitán, pero no tiene tantos minutos en Atlético Madrid. En un fútbol local cada vez más exigente, Acuña gana fuerza.
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