En la presentación del libro "Gallardo Recargado", del periodista Diego Borinsky, el Muñeco habló del momento que vive y contó algunas anécdotas que marcaron su carrera como jugador y como entrenador.
Marcelo Gallardo distendido y contento explicó esta miércoles a la noche parte del libro basado en su paso por River y dejó en claro la foto de la tapa del libro con un gesto desencajado y en guardia: “La tapa del libro no me gustaba porque no salía bien yo, es lo qué hay, je, pero entendí que la imagen interpreta lo que tiene que ver con una forma de ser y de expresarme, es algo que me nace y representa lo que soy”.
Al rato contó algo que le pasó de muy chico y que tiene que ver con la guardia alta. “Yo tenía 17 años y me robaron. No tenía nada para que me roben, pero fue una amenaza con un cuchillo y eso me hizo aprender a observar toda la periferia y lo hacía todo el tiempo. Yo sabía que pasaban cosas y eso era estar con la guardia alta y eso lo lleve al juego cuando hablamos de visión periférica. Ahora tenemos a Sandra Rossi con la neurociencia y el don está, es algo para tomar decisiones y eso lo incentivamos para que lo hagan los jugadores, saber que hacer al siguiente momento”.
Para ser más exacto fue al detalle y relató: “Estaba en el sub 20 y el micro salía del centro de AFA y yo me tomaba el tren a Liniers desde Merlo para cortar camino y luego el colectivo a Richieri y mientras esperaba, me robaron, quede con un jean y descalzo, me sacaron todo hasta el bolso con la ropa de entrenamiento y el bolso, quede sin nada y tenía 17 años y eso me marcó siempre, a estar atento a todo”.
También habló de que no quiere que lo recuerden a él sino al equipo y a River. “No me gusta que me recuerden a mí por nada, el club está por encima de todo. Lo que me llena de orgullo es que la gente se sienta reprensentada por cómo juega el equipo, que jugadores y gente que trabaja está orgullosa de estar acá donde está. Identificación y sentido de pertenecía y eso da ganas de seguir siempre y eso me gustaría que se refleje de mi trabajo”, dijo el Muñeco.
“Hemos tenido una convivencia muy buena a todo nivel, es el gran éxito y siempre hubo grandes grupos de trabajo con el mensaje con la institución y nunca hubo inconvenientes y todo lo que se cuenta se cuidó mucho el vestuario y no hay nada que ocultar y si hubo algo lo cuidamos”, explicó el DT del River.
Gallardo no se toma vacaciones y sigue pasando por el vestuario casi todos los días
A Scocco los estudios le dieron bien y pone primera antes que el resto
Gallardo y la reprobación de la gente para algunos jugadores. “Para el futbolista jugar con un sentido de reprobación es muy difícil, encima si no hay confianza es peor y por eso me pongo en su lugar por eso hay que observar y me identifico porque si pueden hacer eso y si se sostienen y lo revierten es para apoyarlo. No les pasa a todos, pero hay una satisfacción de todos cuando eso pasa como me pasó a mi cuando en la selección y no estaba preparado”.
Cuando casi comete el error de irse del club porque no le salían las cosas. “Fue fuerte y me duró mucho tiempo esa reprobación como dos años y no me da orgullo porque no la conocía y no sabía como asumirla, por eso es bueno el entorno porque se ve a los jugadores como súper héroes y no es así, a veces las cosas no salen como queremos hay miedos y todo eso pasa y hay que tenerlo en cuenta. Yo creía que era natural jugar en primera a los 17 y cuando me pasó eso me di cuenta que no podía manejarlo; fue en el 97 mira todo lo qué sucedió después. Yo en un momento me quería ir porque mi calidad y mis condiciones no las podía llevar adelante y algunas personas me ayudaron a pensar y me hicieron ver y me quede. Pude desarrollar la carrera que hice gracias a gente como Juan Berros (representante) porque yo no soportaba no tener el lugar que creía que me merecía y casi tomo una mala decisión, por suerte me quedé”.
El equipo de trabajo. “La pieza fundamental es el equipo de trabajo. La elección de las personas por sus capacidades, como Bujan y Biscay, que nos conocemos desde muy chicos. Ellos son más grandes, pero siempre estuve ligado a ellos, pero hay otras que también son muy capacitados es amistad y capacidad y eso nos hace seguir muy juntos”.
Gallardo y su familia. “Mi familia me dio una enseñanza que fue acompañar sin presionar con amor y con esfuerzo. Por eso cuando veo a los padres que ven a sus hijos y hacen lo que hacen no lo puedo soportar. Mi viejo aún está acompañando y mi vieja estuvo hasta que pudo manejar, eso es un pilar. Mi familia está en el club, pero yo separo igual en el trabajo y como es natural los roles se dan no le regalo nada a nadie y menos a mi hijo que está en el plantel”.