Ezequiel Barco está jugando sus últimos encuentros con la camiseta de Independiente. El juvenil que llegó a Avellaneda de la mano de Jorge Griffa y que le brindó toda la confianza Gabriel Milito para consolidarlo en Primera es pretendido por el Atlanta United de la Major League Soccer; equipo que dirige Gerardo Martino y que ya realizó una oferta de catorce millones de dólares para llevárselo.
Ante el vértigo de la información y la gran expectativa por la final de la Sudamericana el jugador expresó “en estos días me junto con mi representante. Quiero ganar la Copa y después se verá”.
Barco, de 18 años, detalló “El Tata Martino no me llamó, no estoy muy al tanto de la situación. Primero quiero ganar la Sudamericana y después veré que hacer”.
Respecto al encuentro con Libertad, en diálogo con radio La Red el juvenil confió “antes de empezar el partido Holan se acercó a mí, a Meza y a Silva y dijo que entre nosotros tres decidamos quien iba a patear el penal. Yo era el que tenía más confianza entonces decidimos que lo patee yo. Fui con esa mentalidad y por suerte pude convertir. Cuando iba a patear, Silva me lo pidió, pero le dije que no porque estaba muy seguro. Por suerte me lo dejó”, amplió Barco.
Consultado sobre por qué no miró el tiro libre de Salcedo en el cierre del partido agregó “No quise mirar porque si ellos convertían iban a pasar e iba a ser muy injusto por el partido que hicimos nosotros. Preferí esperar y que la gente grite para saber que lo erró”.